Pero la felicidad laboral abarca más elementos. Toca el bienestar y la plenitud que experimenta una persona en su trabajo. Implica sentirse contento, motivado y realizado en el entorno laboral, al tiempo que hay un disfrute de las tareas que se realizan, del ambiente de trabajo y la cultura organizacional.
Además, la felicidad laboral no solo se relaciona con aspectos materiales como el salario, sino también con factores emocionales, sociales y psicológicos, como el sentido de propósito, el reconocimiento, el equilibrio entre la vida laboral y personal, y la oportunidad de crecimiento y desarrollo profesional. Por lo tanto, “muchas veces puede ser complejo tener una medición precisa de la felicidad laboral y puede variar según las personas y las circunstancias individuales”, dice Martorano.
¿Los métodos que usan las empresas?
El método más común es la encuesta de satisfacción, pero el resultado puede ser limitado. Érika Chafino, directora general de Grupo Human, considera que para tener una medición más certera de la 'felicidad laboral' es oportuno monitorear la tasa de rotación y de retención que tiene la compañía.
“También es importante considerar las evaluaciones de desempeño y factores como los índices de productividad, el ambiente de trabajo, el equilibrio entre vida laboral y personal, el reconocimiento y la oportunidad de desarrollo profesional”, comenta Chafino.
Arleth Leal, socio directora de Red Ring, asegura que en el mercado ya hay varias firmas que se dedican a medir la felicidad laboral, e incluso otorgan certificados de felicidad a las compañías que sobresalen por tener contenta a la mayoría de su plantilla. No obstante, para ella la mejor medición está en preguntar cara a cara al colaborador.
“Hay varios indicadores que las empresas pueden usar para saber cómo se siente su gente, pero yo creo que no hay como acercarse e interesarse de forma genuina por cómo está la persona en su puesto. Esto los líderes lo pueden saber mediante escucha activa, y siempre en un espacio donde la persona se sienta segura de expresar sus opiniones y se sienta además valorada, sin temor a ser juzgada”, menciona Leal.
¿Cómo saber si soy feliz en mi empleo?
Martha Barroso, directora de People & Culture en Manpower Group Latam, añade que las propias personas pueden evaluar si están felices o no en su empleo, respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Estoy motivado para ir al trabajo?
- ¿Mis valores personales están alineados con los de la empresa?
- ¿Puedo ser yo todo el tiempo, se respira un ambiente diverso e incluyente?
- ¿La comunicación es abierta y continua?
- ¿Recibo y puedo dar feedback?
- ¿Se reconoce mi trabajo?
- ¿Existe desarrollo y oportunidades de crecimiento en la organización?
- ¿Veo al equipo de trabajo como una familia?
- ¿Mis opiniones son valoradas?
- ¿Se genera un ambiente de aprendizaje continuo?
“Para que los empleados estén a gusto en su lugar de trabajo, es importante que una organización cuente con valores claros, fomente la colaboración, reconozca los logros y genere un sentido de pertenencia”, advierte Barroso.
¿Qué hace felices a los empleados?
De acuerdo con el estudio Tendencias Laborales 2024 de Manpower, un tercio de todos los trabajadores, el 31%, expresan el deseo de que los directivos comprendan mejor los desafíos financieros que impactan en su trabajo.
En cuanto a las preferencias laborales, los datos muestran que las ventajas más deseadas por los candidatos incluyen una semana laboral de cuatro días, la flexibilidad para elegir la hora de entrada y salida, y la posibilidad de trabajar desde casa si es necesario.
Por otro lado, la influencia de la Generación Z en el entorno laboral es notable: el 93% de los empleados en todo el mundo afirman haber sido influenciados por los compañeros de esta generación en aspectos como los límites en el trabajo, la apertura a la tecnología, el éxito profesional y el salario.
Específicamente, el 60% de los empleados de la Generación Z esperan recibir un desarrollo profesional personalizado, lo que revela la importancia de ofrecer oportunidades de crecimiento adaptadas a las necesidades individuales de los empleados más jóvenes.
