Sin embargo, ser un buen líder no es imposible. Requiere lógica, credibilidad y emoción, y que la persona comience por renunciar al protagonismo para dejar de ser el mejor miembro del equipo y se convierta en el mejor miembro para el equipo.
Si quieres dar este salto, Rosas sugiere hacer tres preguntas a tu equipo: "¿Cuál es tu historia?", "¿Cuál es tu sueño?" y "¿Cómo te ayudo a lograrlo?". Además, plantea un dilema para las organizaciones: ¿Qué es más costoso, entrenar a tus líderes y que eventualmente se vayan, o no entrenarlos y que se queden sin las habilidades necesarias? Si optas por la segunda, quienes se van son tus soldados de guerra.
El método de las cinco "R"
Rosas considera que el liderazgo legendario se fundamenta en cinco pilares clave o en lo que él denomina el enfoque de las cinco “R”. El primero de ellos es la capacidad de atraer y retener a los "Rockstars" dentro del equipo. "El líder no se las queda todas; debe buscar cómo desarrollar a otros líderes para que el equipo sea legendario", afirmó.
Esta capacidad implica identificar a personas con alto potencial y crear un entorno donde estos talentos puedan florecer y contribuir. Como ejemplo, mencionó a Lionel Messi, cuyo liderazgo no se centró en ser el mejor del equipo, sino en ser el mejor para el equipo. Este enfoque permitió a Messi y a su equipo alcanzar niveles excepcionales de éxito. "No basta con tener a un Rockstar; hay que asegurarse de que el equipo se sienta igual de valioso", enfatizó Rosas.
¿Qué pasó con Messi? Ningún jugador puede lograrlo solo; el éxito es un esfuerzo de equipo. Esto es algo que Messi comprendió profundamente en los últimos dos años, después de dejar al Barcelona, el equipo de sus amores. Cuando muchos pensaban que su carrera estaba en declive, Messi tuvo un resurgimiento impresionante.
“El ego puede ser un obstáculo, pues te hace pensar que debes hacer todo tú mismo, desde marcar goles hasta liderar cada jugada. En un partido entre Francia y Argentina, Messi mostró esta comprensión. En lugar de intentar anotar él mismo, recibió el balón, lo pasó y se quedó en su posición, sabiendo que atraía la atención de dos defensores. Esto dejó a Di María libre para anotar. Messi entendió que al quedarse parado, ayudaba más al equipo que si hubiera intentado ser el héroe de la jugada. Resultado: Argentina 2, Francia 0”, cuenta el experto.
El segundo pilar es el "Reto". Rosas explicó que un líder debe saber cuándo y cómo desafiar a su equipo para fomentar su crecimiento. "Si no retas a tu equipo, no crece", puntualizó. Pero hay que saber retar, porque no es lo mismo que exigir ni mucho que “quemar”. “Un buen líder encuentra el balance justo para que la persona pueda entrar en un estado de Flow, donde siga creciendo sin quemarse ni aburrirse. Si la gente te dice que está estresada o cansada, créele”.
Rosas habló de la importancia de equilibrar los desafíos con el apoyo necesario para evitar el agotamiento y citó el caso de los Springboks de Sudáfrica, quienes bajo la guía de Nelson Mandela enfrentaron un desafío casi imposible al competir contra los All Blacks de Nueva Zelanda. El equipo no solo logró la victoria, sino que también unió a una nación. "Este tipo de liderazgo, que desafía y cuida al mismo tiempo, es clave para formar equipos que puedan superar cualquier obstáculo", sostuvo Rosas.
El tercer componente, la "Ruta", y se refiere a la responsabilidad del líder de ayudar a su equipo a trazar un camino claro para su desarrollo profesional. Rosas dijo que esta ruta debe ser realista y estar alineada con las capacidades y aspiraciones individuales. Como ejemplo, mencionó a Tom Brady, quien, a pesar de ser seleccionado en una posición baja en el draft de la NFL, siguió un camino que lo llevó a convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia. "No es lo sexy de la ruta, sino la complejidad que administra”.
El cuarto pilar es la "Retroalimentación". Rosas enfatizó la necesidad de proporcionar retroalimentación constante y constructiva para mantener al equipo en un ciclo de mejora continua. "La retroalimentación que sirve es la que cambia una creencia, no solo una conducta", explicó.
Para ilustrar este punto, mencionó al equipo de fútbol femenil de Estados Unidos, que ha ganado varios campeonatos mundiales. Según Rosas, su éxito radica en la densidad de talento y en un enfoque continuo en la retroalimentación. "El equipo pionero en un sector deportivo menos favorecido ha logrado más que cualquier equipo varonil porque se enfocaron en desarrollar talento y en dar un feedback constructivo", comentó.
No obstante, advierte que la retroalimentación que sirve es la que cambia una creencia, no una conducta. “Mi jefe en Disney me enseñó algo que me marcó: ‘Jorge, la retroalimentación debe darse sin anestesia, pero siempre desde el cariño’. ¿Tú cada cuándo das una retroalimentación así?”.
Finalmente, Rosas habló sobre la importancia de "Reforzar" los vínculos dentro del equipo. "Un equipo fuerte no solo tiene individuos fuertes, sino conexiones fuertes entre ellos", afirmó. Para él, la amistad y la confianza son esenciales para mantener unido a un equipo, especialmente en tiempos difíciles.
"Haz que en tu equipo se vuelvan amigos; invierte tiempo en eso", aconsejó, recordando que las relaciones sólidas son el pegamento que mantiene unido a un equipo. Además, recomendó dos libros para fortalecer el liderazgo: "Range" de David Epstein, para aquellos líderes que buscan ganar amplitud y versatilidad en sus habilidades, y "Originals" de Adam Grant, que resalta cómo las personas que no se conforman son las que realmente impulsan el cambio y mueven el mundo.
Rosas concluyó en que el liderazgo auténtico y eficaz se construye sobre la coherencia, el desarrollo continuo y la fortaleza de los vínculos entre los miembros del equipo, elementos que son esenciales para cualquier organización que aspire a la excelencia y a dejar un legado duradero.