Sin embargo, sectores como el automotriz y el de energías renovables mantienen su dinamismo, gracias a los incentivos del T-MEC y la creciente demanda de empleos relacionados con las tecnologías verdes. "Los empleos verdes son una gran oportunidad para México, pero necesitamos mayor capacitación en estas áreas para cubrir la demanda futura", añade Alesi.
En cuanto a reformas en el tintero, uno de los cambios más esperados es la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, así como el aumento del aguinaldo a 30 días, propuestas que han generado un debate intenso en los últimos meses, sobre todo por el costo asociado a ellas.
Mónica Flores, presidenta de Manpower Group para Latinoamérica, señala que solo la reducción de la jornada podría incrementar los costos laborales entre un 20% y un 25%, especialmente en sectores con operaciones continuas como manufactura y transporte. “La gradualidad será necesaria para que las empresas puedan adaptarse a estas nuevas normativas sin comprometer su viabilidad económica”, advierte Flores.
La propuesta de aumentar el salario mínimo a 2.5 canastas básicas impulsada por el gobierno, también será un punto de inflexión. Según datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), un salario digno en México debería rondar los 18,000 pesos netos mensuales, mientras que el promedio actual registrado en el IMSS es de 16,000 pesos brutos.
Este incremento podría mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, pero plantea dudas sobre su sostenibilidad económica en ciertos sectores, y más para pequeñas y medianas empresas.
Fernando Bermúdez, CMO para Latinoamérica de Manpower Group, enfatiza que este ajuste debe estar alineado con la productividad empresarial. "Un incremento desproporcionado podría frenar la inversión en sectores sensibles y, en casos extremos, provocar pérdida de empleos".
En el ámbito público, las reformas laborales coinciden con un momento histórico para la igualdad de género. La llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México ha puesto un foco en la participación de las mujeres en la administración pública.
No obstante, Flores apunta que la brecha de género persiste en el sector privado, donde las mujeres representan solo el 39% de los puestos de liderazgo, a pesar de tener un mayor acceso a la educación superior que hace una década.
Oportunidades en el horizonte
El avance de la inteligencia artificial (IA) es otra tendencia que seguirá transformando el mercado laboral. Según Alesi, la inteligencia artificial reemplazará aproximadamente el 8% de los empleos actuales en México para 2025. Pero este impacto será compensado por la generación de nuevos roles, ya que la IA también creará un 12% de nuevos empleos, sobre todo en áreas como análisis de datos, desarrollo de software y automatización industrial.
Alesi destaca que este cambio no debe percibirse como una amenaza, sino como una oportunidad para que los trabajadores desarrollen habilidades digitales y técnicas avanzadas que les permitan adaptarse a las demandas del mercado laboral del futuro
Sin embargo, esta transformación también requiere que los trabajadores desarrollen habilidades digitales avanzadas. “La adaptabilidad y el aprendizaje continuo serán las competencias más valiosas en los próximos años”, dice Alesi.
En términos de inclusión, los retos persisten. De acuerdo con Manpower, el 46% de las empresas mexicanas aún no contratan personas con discapacidad, lo que representa una oportunidad perdida tanto para la sociedad como para las empresas. Flores advierte que “la diversidad no es solo un imperativo ético, sino una ventaja competitiva, ya que fomenta la innovación y mejora el desempeño organizacional”.
Por otra parte, el mundo del trabajo también está siendo moldeado por las expectativas cambiantes de los empleados. Según Manpower Group, el 50% de los trabajadores en México reporta estrés diario, pero al mismo tiempo, un 89% se siente identificado con los valores de su empresa, lo que pone enevidencia la urgencia de contar con políticas que equilibren bienestar y productividad.
De hecho, la flexibilidad sigue siendo una prioridad para los empleados. Bermúdez señala que las empresas que no ofrezcan flexibilidad enfrentarán dificultades para atraer y retener talento. “El mercado laboral se mueve hacia modelos que prioricen el bienestar del trabajador. Esto no es una tendencia pasajera, sino una necesidad estratégica”, asegura.
El modelo híbrido sigue consolidándose como una de las principales tendencias laborales. Alesi afirma que la flexibilidad no solo mejora el balance entre vida y trabajo, sino que también es una herramienta clave para atraer y retener talento. "Las empresas que ofrezcan esquemas flexibles tendrán una ventaja competitiva en un mercado laboral donde la escasez de talento sigue siendo un desafío", comenta.
A pesar de los avances, la informalidad laboral sigue siendo una barrera para el desarrollo económico, pues afecta a más del 55% de la población económicamente activa. Esto limita el acceso a prestaciones y seguridad social, lo que dificulta la implementación de reformas laborales que beneficien a todos los trabajadores.
Aunque las oportunidades son igualmente amplias. La digitalización y la inteligencia artificial están redefiniendo el futuro del trabajo, al crear nuevas posiciones que requieren habilidades técnicas avanzadas. "La adaptabilidad y el aprendizaje continuo serán las competencias más valoradas en los próximos años", apunta Alesi.
Los directivos de la firma de reclutamiento coinciden en que las empresas tienen la responsabilidad de adaptarse a las tendencias globales, como la transición hacia empleos sostenibles, el uso de la inteligencia artificial y la creación de entornos laborales más inclusivos.
Hoy México enfrenta un desafío único: aprovechar el impulso de las reformas y las oportunidades internacionales para construir un mercado laboral que sea competitivo, justo y preparado para el futuro.