El impacto del estrés financiero en México
El estrés financiero afecta directamente la salud de los trabajadores y su desempeño laboral. “Está relacionado con problemas como insomnio, ansiedad y enfermedades gastrointestinales. Los colaboradores llevan estas preocupaciones al trabajo, lo que afecta su rendimiento”, explica Mariela Aguilar, directora comercial en Lockton México.
Uno de los efectos más visibles en las empresas mexicanas es el presentismo, un fenómeno en el que los empleados asisten a su lugar de trabajo pero no logran concentrarse ni rendir al 100%. En muchos casos, esto se debe a la preocupación por el pago de deudas, la falta de ahorro o la incertidumbre sobre su futuro financiero.
“Aquí no se trata solo de salarios bajos, sino de la falta de educación financiera. Sin conocimientos sobre ahorro, inversión y planificación, los empleados no saben cómo administrar su dinero y terminan atrapados en una situación de estrés constante”, comenta Aguilar.
¿Por qué las empresas mexicanas no apuestan por el wellness financiero?
A pesar de los beneficios probados en otros países, las empresas mexicanas han sido reticentes a implementar programas de bienestar financiero. El desconocimiento y la percepción de que representan un gasto elevado son algunos de los principales obstáculos.
“Muchas empresas ven la inversión en estos programas como un costo adicional, cuando en realidad es una inversión estratégica que mejora el clima organizacional”, señala Aguilar. Según Lockton, con una inversión de alrededor de 50,000 pesos al año, las empresas pueden ofrecer talleres, asesorías personalizadas y herramientas digitales sin necesidad de grandes desembolsos.
Eduardo della Maggiora, CEO de Betterfly, menciona que la educación financiera es una oportunidad desaprovechada en América Latina. “El 90% de las familias entra en bancarrota en los primeros tres meses después de la muerte del principal sostén económico. No es solo falta de seguros, sino también de educación financiera. Las familias no están preparadas para enfrentar gastos imprevistos, lo que genera una cadena de problemas emocionales y económicos”, explica.
El costo de no invertir en educación financiera
Mientras que en países con programas de educación financiera bien establecidos la productividad puede aumentar hasta un 20%, en México el impacto del estrés financiero en las empresas se traduce en ausentismo, baja productividad y problemas de salud entre los empleados.
“Las empresas deben entender que el bienestar financiero no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino una estrategia de negocio. Un empleado que sabe administrar su dinero es más tranquilo, más productivo y tiene mayor compromiso con su trabajo”, afirma Aguilar.
Sin embargo, en México aún falta una cultura empresarial que valore estos beneficios. A diferencia de lo que ocurre en otras economías, donde el wellness financiero ya forma parte de los paquetes de compensaciones, en el país la mayoría de los empleados sigue sin acceso a educación financiera dentro de sus centros de trabajo.
Para Aguilar, la falta de apoyo empresarial no debe ser una barrera para la educación financiera. “Los empleados deben ser curiosos y proactivos respecto a su patrimonio. Hay mucha información accesible en línea y en instituciones gubernamentales como la CONSAR. También existen planes privados de retiro con aportaciones mensuales que se pueden ajustar a diferentes presupuestos”, menciona.