Rocío Hernández, directora de consultoría en compensación en AON, explica que cuando el salario mínimo sube, la diferencia entre los sueldos dentro de una empresa se reduce. Este fenómeno, conocido como “compresión salarial”, disminuye la brecha entre los empleados con sueldos base y aquellos en puestos más altos.
Muchas empresas han tenido que ajustar sus estrategias para evitar una alta rotación de personal. Según Hernández, en algunos casos se han registrado incrementos salariales de hasta 12% o 15% en ciertas posiciones para mantener la competitividad.
El aumento en los costos laborales también afecta las decisiones de inversión de las empresas. Olivia Segura, socia de KPMG México, señala que muchas organizaciones han debido recortar gastos en áreas estratégicas como innovación, herramientas de trabajo o relaciones con proveedores. “El alza en los salarios genera presión sobre los presupuestos, y cada empresa debe encontrar el equilibrio entre sus costos y su competitividad”, advierte.
Además, la rotación de personal sigue siendo un desafío en diversos sectores. En algunos casos, hasta el 33% de los empleados operativos renuncian cada año, lo que incrementa los costos asociados a la contratación y capacitación de nuevos colaboradores.
Los sectores más impactados
No todas las industrias sienten el impacto de los aumentos salariales de la misma manera. Las expertas consultadas refieren que en sectores donde predominan los sueldos bajos, como el comercio y los servicios, cualquier ajuste en el salario mínimo representa un gasto considerable para las compañías, que puede afectar su rentabilidad y llevarlas a tomar decisiones difíciles para equilibrar sus costos.
En cambio, otras industrias han optado por estrategias diferentes. Hernández comparte que en el sector automotriz, algunas empresas han decidido subir sueldos más allá del mínimo como una medida para retener talento y evitar la rotación de personal.
Por otro lado, en el sector de la tecnología, la historia es distinta. Segura señala que ahí los salarios han crecido no por obligación, sino porque la alta demanda de especialistas en áreas como ciberseguridad e inteligencia artificial ha elevado los sueldos de forma natural.
Más allá del sueldo: beneficios como alternativa
Con Claudia Sheinbaum en la presidencia, se habló de otro incremento del 12% para este año. Para quienes ganan el mínimo, esto puede ser un alivio en su economía, pero para quienes ya tenían un sueldo más alto, no hay garantía de que sus ingresos también suban.
Ante la imposibilidad de aumentar los salarios de manera generalizada, algunas empresas han optado por ofrecer beneficios adicionales para motivar a sus empleados. Entre las estrategias implementadas destacan la flexibilidad laboral, los programas de capacitación y los bonos de productividad.
Centeno resalta que los empleados valoran cada vez más aspectos como el equilibrio entre la vida personal y laboral, así como las oportunidades de desarrollo profesional. Estos factores pueden ser determinantes en la retención de talento, incluso por encima de un aumento salarial.
"El reto no es solo subir los números, sino crear un espacio de trabajo donde todos se sientan valorados y con oportunidades de crecimiento”, concluye el directivo.