El ambiente era tan tóxico que hasta las actividades de integración se volvían forzadas. La joven asegura que la obligaron a participar en una obra de teatro y a cantar, y en Halloween, y quien no fuera disfrazado a la oficina tenía que meserear en la fiesta de fin de año.
En más de una ocasión su jefe le dijo que era "una inútil" y el día que la despidió se plantó justo detrás de ella mientras recogía sus cosas, asegurándose de que no se llevara nada de la oficina. “Con un tono sarcástico, su última frase antes de salir por la puerta fue ´Gracias por participar´”, recuerda la joven.
¿Cómo saber si trabajas en un ambiente laboral tóxico?
Esperanza Granados, especialista en higiene laboral con más de 15 años de experiencia, ha escuchado cientos de historias como esta. Para ella, el mayor problema es que muchas personas normalizan estos ambientes laborales, permitiendo así su continuidad.
"Cuando trabajas en una empresa tóxica, al principio no lo notas. Crees que las reglas son parte de la cultura, que la exigencia es buena, que el jefe solo tiene carácter fuerte. Pero luego comienzas a sentirte ansioso, inseguro, con miedo de cometer errores. Y cuando te das cuenta, el daño ya está hecho", menciona.
Hay varios indicios de este daño. Pero para Mercedes de la Maza, CEO de Generation México y experta en desarrollo de talento, el más notorio es el burnout. “Es una de las señales más claras. Si constantemente sientes agotamiento, ansiedad o un peso emocional al pensar en ir al trabajo, probablemente estás en un entorno dañino", dice.
Ambas expertas consultadas señalan que las empresas tóxicas tienen ciertas características en común:
Falta de reconocimiento y deshumanización. Si el esfuerzo y los logros pasan desapercibidos, pero los errores se castigan con dureza, es una mala señal.
Liderazgo negativo. Jefes que humillan, generan miedo o evitan dar retroalimentación constructiva son un factor en la toxicidad laboral.
Dinámicas forzadas y castigos disfrazados de integración. Actividades "voluntarias" que en realidad son obligatorias, como participar en eventos que trascienden la jornada laboral o cumplir castigos si no se siguen ciertas reglas absurdas.
Ambiente de desconfianza y micromanagement. Si cada movimiento es monitoreado y existe un control excesivo sobre los empleados, la cultura corporativa está basada en la desconfianza.
Altos niveles de rotación. Si en la empresa los empleados entran y salen constantemente, es probable que haya una mala cultura corporativa.
No hay presupuesto para formación. Se niega el desarrollo del talento por una presunta falta de presupuesto. Limitan el crecimiento de la gente y reducen su competitividad.
Se normaliza el abuso laboral. Se invalida el bienestar del equipo y se crea un ambiente de desgaste y agotamiento, sin medición y ajuste de las cargas de trabajo.
Manipulación encubierta. Decir que en la empresa "todos son familia" y usar este discurso para justificar la explotación, sobrecarga y falta de límites.
Aquí siempre se ha hecho así. Mentalidad rígida que frena la innovación, bloqueo de ideas.
¿Cómo salir de una empresa tóxica?
Escapar de una empresa tóxica no es fácil, pero es posible. Alejandro Fuentes, consultor en capital humano, asegura que el primer paso es reconocer que el problema no eres tú, sino el lugar donde trabajas.
"Lo primero es entender que un empleo no te define. Si tu trabajo te genera ansiedad, miedo o afecta tu salud mental, es momento de buscar opciones. Pero hay que hacerlo con estrategia", explica.
Documenta lo que puedas. Si has sufrido abuso laboral, humillaciones o prácticas ilegales, guarda correos, mensajes o cualquier tipo de evidencia.
Actualiza tu CV y empieza a buscar opciones. No esperes hasta que la situación sea insostenible. Explora plataformas de empleo y activa tu red de contactos.
No firmes sin leer. Si la empresa te presiona para firmar documentos de salida sin explicarte las condiciones, consulta con un abogado o un experto en derechos laborales.
Rodéate de una red de apoyo. Hablar con amigos, excompañeros o incluso con un terapeuta puede ayudarte a validar tu experiencia y tomar mejores decisiones.
Recuerda tu valor. Un mal jefe no define tus capacidades. Una empresa abusiva no es reflejo de tu talento.
Paz enfatiza que hay vida después de una empresa tóxica, y hay empresas donde el respeto es la norma, no el privilegio.
Granados asegura que muchas personas se quedan en empresas tóxicas porque creen que "todos los trabajos son así". Sin embargo, la experta puntualiza que hay empresas con culturas organizacionales saludables, donde el crecimiento y el respeto son parte del día a día.
"No hay empleo perfecto, pero sí hay empleos donde se respeta al trabajador", dice.