El aislamiento puede tener consecuencias aún más graves en los adultos mayores. Este grupo etario ya enfrenta una serie de desafíos físicos y cognitivos que se agravan con el confinamiento. La falta de estimulación social y la reducción en la actividad física pueden acelerar el deterioro cognitivo, manifestándose en problemas de memoria y en una disminución en la capacidad de realizar tareas cotidianas.
"El aislamiento en personas mayores también conlleva un duelo constante, ya que experimentan la pérdida de habilidades físicas o de seres queridos, lo cual puede intensificar el sentimiento de soledad y depresión", añadió el especialista.
¿Existe alguna solución?
Para enfrentar los efectos, González Calva sugiere mantener una rutina diaria que incluya actividades físicas, sociales y recreativas, aunque sea de manera virtual. "La actividad física ayuda a liberar endorfinas, lo cual mejora el estado de ánimo y reduce el estrés", comenta. También destaca la importancia de mantener un buen ciclo de sueño, lo que implica establecer horarios fijos para dormir y despertar, y evitar estímulos como el uso de pantallas antes de ir a la cama.
La interacción social juega un papel fundamental en la ecuación. Según un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el apoyo social y las redes de contacto fueron fundamentales para que muchas personas pudieran sobrellevar el confinamiento durante la pandemia. Las personas que contaban con una buena red de apoyo emocional experimentaron menores niveles de ansiedad y depresión, en comparación con aquellas que enfrentaron el aislamiento solas .
El confinamiento, ya sea en un programa de televisión como "La Casa de los Famosos" o durante una pandemia, tiene efectos psicológicos reales que pueden dejar secuelas.