El sistema inmunológico hace que nuestro cuerpo esté en condiciones de combatir infecciones y enfermedades, por lo que es vital llevar hábitos que permitan que esté fortalecido, y existan menos riesgos de tener un padecimiento.
Por ello, te compartimos algunos consejos para que cuides tu salud.
El sistema inmune está compuesto por una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan para proteger al organismo. Sin embargo, algunos hábitos dentro de nuestro estilo de vida pueden comprometerse, como el estrés, el sueño, la dieta y el ejercicio. Estos factores influyen en la fuerza de respuesta inmune.
En general, no existe un método único ni definitivo que garantice el refuerzo del sistema inmune, pero hay formas efectivas para cuidarse. Te compartimos algunas.
El estrés prolongado promueve desequilibrios en la función celular inmune, y particularmente el estrés psicológico puede suprimir la respuesta inmunológica en los niños, de acuerdo con Kathy W. Warwick, para Healthline.
Puedes aprender técnicas para controlar el estrés como la meditación, la respiración controlada así como acudir a terapia.
Una dieta rica en antioxidantes favorece el sistema inmunológico. Agrega más alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, nueces y legumbres, ya que son ricos en nutrientes y antioxidantes, que pueden disminuir la inflamación causados por compuestos denominados como radicales libres, que se acumulan en el cuerpo.
También puedes añadir grasas saludables, como el aceite de oliva, que está vinculado a un menor riesgo de afecciones crónicas como las enfermedades cardiacas o diabetes tipo 2. Tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir a las bacterias y virus dañinos.
Los alimentos fermentados, ricos en probióticos, benefician el tracto digestivo. Algunos de ellos son el yogur, chucrut, kimchi, kefir y natto.
En contraparte, procura limitar el consumo de azúcares añadidos y los carbohidratos refinados, ya que comerlos de manera desproporcionada pueden provocar sobrepeso y obesidad, condiciones que puede limitar la respuesta inmune.
El consumo excesivo de alcohol hace más susceptibles a las personas a padecer enfermedades respiratorias, y recuperarse más lentamente de infecciones y heridas.
El ejercicio moderado también ayuda a reducir la inflamación y a las células inmunitarias a regenerarse regularmente. Por lo que es recomendable realizar actividad física como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar y evitar el sedentarismo.
La hidratación es importante para la salud en general, ya que la falta de líquidos puede causar dolores de cabeza y dificultar el rendimiento físico, la concentración, el estado de ánimo, la digestión y la función cardíaca y renal. Estas complicaciones aumentan la susceptibilidad a enfermarse.
Es recomendable priorizar agua en lugar de jugos, té endulzado o refresco. Bebe la suficiente cantidad de líquidos dependiendo de tu estilo de vida.
La calidad del sueño impacta también en el sistema inmunológico. Dormir menos de 6 horas o tener una calidad mala de sueño hace que seamos más propensos a enfermarnos. Los adultos deberían dormir de 7 horas o más a la noche, los adolescentes entre 8 a 10 horas, y los niños niños y bebés hasta 14 horas.
Es fácil recurrir a suplementos, sin embargo es más recomendable tener la opinión de médica para su consumo.
