Trastornos de la conducta alimentaria: principales causas
“Aunque hay ocasiones en que muchas personas se pueden preocupar por su salud, peso o apariencia, algunas se fijan excesivamente o se obsesionan con la pérdida de peso, el peso o la forma corporal y el control de los alimentos que consumen. Estos pueden ser signos de un trastorno alimentario”, menciona el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos.
La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) explica que no existe una sola causa de los trastornos alimentarios, sino que pueden existir diferentes factores de riesgo que incluyen los biológicos, psicológicos, conductuales y socioculturales. Los estigmas, los prejuicios y estereotipos de belleza, o experiencias como el bullying.
Aunque algunos estudios muestran evidencia que la herencia genética y los genes desempeñan un papel importante entre los factores de riesgo, también puede afectar a quienes no hayan tenido ninguna clase de antecedentes familiares con este tipo de afecciones.
De tal forma que pueden afectar a personas de cualquier edad, origen racial y étnico, peso corporal y género. Incluso las personas que parecen ser saludables, como los atletas. No se puede saber a simple vista si alguien tiene un trastorno de la alimentación. Por eso es importante estar alerta ante los síntomas.
Tipos más frecuentes de trastornos alimenticios y sus síntomas
El Instituto Nacional de la Salud Mental determinó que las más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos.
Cada tipo está asociado a diferentes síntomas, pero coinciden en ocasiones. Destaca que las personas que presentan cualquier combinación de ellos pueden tener un trastorno de la alimentación y deben ser evaluadas por un médico.
Anorexia nerviosa
Se caracteriza cuando las personas evitan comer, restringen los alimentos severamente o solo comen en cantidades muy pequeñas. También suelen pesarse una y otra vez. Incluso cuando están por debajo del peso normal, estas personas pueden percibirse como si tuvieran sobrepeso.
Existen dos tipos: la restrictiva, aquella que limitan severamente la cantidad y el tipo de alimentos consumidos; y el atracón-purgativa, cuando se imponen fuertes restricciones en la cantidad y tipo de sus alimentos, pero suelen tener episodios de atracones seguidos por vómitos o uso de laxantes y diuréticos para desechar lo que comieron.
Síntomas
- Alimentación extremadamente restringida o ejercicio intenso y excesivo;
- delgadez extrema (emaciación);
- intentos constantes para adelgazar y resistencia a mantener un peso normal o saludable;
- temor intenso de subir de peso;
- imagen corporal distorsionada o una autoestima influencia por las percepciones del peso y forma del cuerpo;
- rechazo a aceptar lo grave que es tener un bajo peso corporal.
Con el tiempo, la anorexia nerviosa puede originar diferentes consecuencias graves para la salud como:
- pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis);
- anemia leve;
- desgaste y debilidad muscular;
- cabello y uñas quebradizos;
- piel seca y amarillenta;
- crecimiento de vello fino en todo el cuerpo (lanugo);
- estreñimiento grave;
- presión arterial baja;
- respiración y pulso lentos;
- daño en la estructura y el funcionamiento del corazón;
- disminución de la temperatura corporal interna, lo que hace que la persona sienta frío todo el tiempo;
- letargo, lentitud o cansancio constante;
- infertilidad;
- daño cerebral;
- Insuficiencia multiorgánica.
La anorexia nerviosa puede ser fatal por las diferentes complicaciones médicas asociadas por la inanición (hambre), y tiene una fuerte relación con el suicidio, ya que es la principal causa de muerte en personas diagnosticadas con esta enfermedad.