Las promesas rotas del 'brexit': servicios de salud, migración y economía
Ahí van las promesas. Políticos que encabezaron la campaña para que Reino Unido abandonara la Unión Europea (UE) están dando marcha atrás a una serie de promesas, particularmente en lo que refiere a dinero extra para la salud pública.
El hecho ha provocado protestas de políticos que querían que Reino Unido se mantuviera en la UE así como de algunos electores que votaron por dejar el organismo, que ahora se sienten “traicionados”.
nullAquí te presentamos las promesas que penden de un hilo tras el histórico voto del brexit.
Promesa #1: Daremos el dinero de la UE al Servicio Nacional de Salud
La campaña oficial para abandonar a la Unión Europea aseguró que la membresía en el organismo le costaba al Reino Unido 350 millones de libras esterlinas por semana, “suficiente para construir un hospital nuevo y con empleados cada semana”.
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Este eslogan fue pintado en un costado del autobús rojo de la campaña a favor de dejar la UE. Los políticos que impulsaron esta campaña continuaron realizando esta promesa, pese a varios contrincantes que aseguraron tener los datos y cifras que echaban abajo dicha afirmación.
Iain Duncan Smith, una figura emblemática de la campaña a favor de abandonar la Unión Europea, le dijo a la BBC que la campaña no aseguró que daría todo el dinero al Servicio Nacional de Salud, pero si que otorgaría “una cantidad significativa”.
Nigel Farage, líder del Partido de Independencia en Reino Unido y que hizo campaña a favor del brexit, dijo que prometer que el dinero que se daba a la UE iría a los servicios de salud, fue un error.
“No, no puedo garantizar eso y nunca hubiera hecho esta promesa. Ese fue uno de los errores que creo que hizo la campaña”, dijo el político tras el histórico voto.
Casi la mitad del dinero que Reino Unido entrega a la UE es regresado al país vía subsidios para agricultores así como fondos para investigación e infraestructura. Y ese dinero ya está comprometido.
Los brexiteers le dijeron a los agricultores británicos y a las regiones pobres como Cornwall que no perderían financieramente una vez que esos fondos fueran suspendidos. Los políticos hicieron promesas similares para apoyar a las universidad y a los científicos británicos, que representan al segundo mayor segmento de beneficiados por los fondos de la Unión Europea.
Cornwall, al suroeste de Inglaterra, votó a favor de dejar la UE. Las autoridades locales ya están buscando confirmación del gobierno de que el condado no estará peor con su decisión de apoyar el brexit.
Promesa#2: Tomaremos control de las fronteras
Durante la campaña, los brexiteers atacaron al gobierno de Reino Unido por no lograr recortar el número de migrantes que llegaron al país (333,000 en 2015), asegurando que solamente abandonando la Unión Europea es como se iba a lograr un control migratorio efectivo.
Muchos electores aseguraron haber respaldado el brexit porque querían que la migración se frenara.
El político impulsor de esta campaña, Nigel Evans, le dijo a BBC Radio que hubo un “malentendido” sobre la postura del movimiento en cuanto a la reducción de la migración.
Cuando se le preguntó si el número de personas que lleguen al territorio británico se reducirá significativamente, Evans dijo que un sistema de control de frontera al estilo de Australia significaría que se prevendrá la entrada de algunos migrantes al Reino Unido, pero no que se acabará con el flujo migratorio.
Los electores a favor del brexit tienen otro problema: las negociaciones sobre los términos del abandono de Reino Unido no han comenzado. El gobierno quizás tenga que mantener sus fronteras abiertas a los trabajadores de la UE si quiere comercializar libremente con el resto de Europa, algo que ya dejó en claro el viernes pasado Daniel Hanna, otra voz líder de la campaña de abandono de la UE.
“No nos importa lo que diga, señor Hanna. Lo votamos para que frenara la migración masiva. Ahora cúmplanos”, tuiteó la cuenta oficial del condado de Derbyshire, Inglaterra.
Boris Johnson, un político a favor de abandonar la Unión Europea y uno de los posibles aspirantes a ser nuevo primer ministro, escribió el domingo pasado que los ciudadanos británicos aún tendrán acceso al mercado de la UE.
“La gente británica aún podrán ir y trabajar en la Unión Europea, con lo que podrán vivir, estudiar, comprar hogar y establecerse en las naciones que integran el organismo”, dijo Johnson para el diario The Telegraph.
El problema, por supuesto, es que esta libertad de movimiento de los británicos requerirá que permitan hacer lo mismo a otros europeas.
Promesa #3: La economía estará bien
El gobierno de Reino Unido y casi cualquier otro organismo internacional independiente, incluyendo el Fondo Monetario Internacional, dijo que un voto a favor del brexit provocaría una inestabilidad financiera y económica.
Estas advertencias fueron desdeñadas por los brexiteers, que dijeron que Reino Unido tendrá un mejor futuro económico lejos de la UE.
Considera esto: desde que se dieron a conocer los resultados del voto en las primeras horas del viernes, la libra ha caído un 12% contra el dólar estadounidense, su nivel más bajo en décadas, las acciones de los bancos de Reino Unido han colapsado y el crecimiento pronosticado para la economía británica ha sido recortado.
Las compañías están poniendo una pausa a las inversiones y hay una advertencia de que habrá menos ganancias. El ministro de economía británico George Osborne dijo este lunes que la economía y las finanzas gubernamentales sufrirán, pero no se podrá presentar un presupuesto para atender la emergencia hasta que se elija a un nuevo primer ministro, en octubre próximo.
Las empresas han dicho que no pueden esperar tanto tiempo. Los bancos ya están pensando en mover a sus trabajadores fuera de Londres.
“Lo que necesitamos es un plan”, dijo Carolyn Fairbairn, directora general de la Confederación de la Industria Británica (CBI, por sus siglas en inglés). “El gobierno debe actuar con urgencia para minimizar las incertidumbres que afectan las decisiones de inversión y que hacen más lenta la creación de empleos”.
Los analistas aseguran que el contraste entre las promesas y los resultados le causará grandes dolores de cabeza al nuevo primer ministro.
“Él o ella no podrá cumplir las promesas de los b rexiteers de ahorrar unos 350 millones de libras esterlinas al abandonar la Unión Europea, así como acuerdos de tratado de libre comercio positivos, tomar control de la migración y evitar un retroceso económico al mismo tiempo”, escribió Holger Schmieding del banco Berenberg.