Las 5 claves para exportar de México a países asiáticos del TPP 11
Nota del editor: Esta nota fue publicada originalmente en la edición 1237 del 15 de julio de la revista Expansión CEO.
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Brunéi, Malasia, Vietnam y Singapur serán la puerta de entrada de productos mexicanos al mercado del sudeste asiático, pues forman parte del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), o TPP 11, integrado por 11 miembros, incluido México.
Los cuatro países mencionados darán acceso inmediato y libre de aranceles a más de 90% de su sector agroalimentario. A través de ellos se podrá llegar a 10 naciones y 600 millones de habitantes que conforman el sudeste asiático.
Acceder a esos mercados es un reto no sólo en términos logísticos, por su lejanía con respecto a México, sino en temas sanitarios, aduanales e, incluso, culturales.
Según ProMéxico, los principales errores al exportar son la falta de conocimiento del mercado y de las contrapartes, e incumplir lo acordado.
Aquí, algunos temas que será útil considerar antes de comenzar la travesía.
1.- Entrar por Singapur
La mejor forma de ingresar a nuevos mercados, como Brunéi, Malasia y Vietnam, es a través de Singapur, un hub internacional de negocios que atiende diferentes regiones del mundo, explica Gerson Garduño, consejero comercial de ProMéxico en Singapur.
“Es uno de los tres puertos más importantes del mundo, y cuenta con la infraestructura y capacidad para importar productos desde México”, agrega.
A pesar de ser un país de apenas 5.9 millones de habitantes, tiene un gran alcance regional.
“Vale la pena explorar Singapur, puede ser una buena puerta de acceso al resto de la región, resaltaría sus capacidades logísticas y de infraestructura”, dice el consejero comercial.
Al no tener prácticamente ninguna producción de agroalimentos, Singapur importa 96% de lo que consume su población. Incluso antes del TPP 11, era un mercado abierto para productos mexicanos.
Lee: El dólar baja a 18.90 pesos en bancos por datos positivos de EU y efecto TLCAN
2.- Logística
La distancia es un aspecto que hay que considerar, a pesar de que hay más vías de acceso y líneas navieras operando. Por ejemplo, no hay un vuelo de carga directo de México a Singapur, por lo que los intercambios se hacen a través de vuelos a Corea o Hong Kong.
“Pero al ser un puerto importante por el que pasa una gran cantidad de cargamento al año, existen alternativas –menciona Garduño–. Hay líneas con las cuales se puede trabajar, la intención es organizarnos bilateralmente para que incrementemos las líneas vía marítima y aérea”.
Un punto importante que se debe tomar en cuenta es que un cargamento tarda, aproximadamente, 28 días para llegar a esta región desde los puertos mexicanos. Pero, a decir del experto, ese tiempo está dentro del rango normal para algunos de los productos perecederos. Organismos como ProMéxico tienen listas de proveedores logísticos.
3.- Diferencias culturales
Los países asiáticos firmantes del TPP 11 tienen mucho potencial, pero cada uno se abre comercialmente a 10 países, incluido México, advierte Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior de Occidente.
Por ello, subraya la importancia de conocer el mercado para ofrecer productos diferenciados. De entrada, los exportadores deben contemplar las diferencias culturales con esos países. “Identificar primero si tu producto es viable”, recomienda Landeros.
Algunos países, por ejemplo, son musulmanes, como el caso de Malasia y Brunéi, con ciertas reglas y costumbres.
Es una región muy orientada a los negocios y sus empresarios son pragmáticos, se manejan con transparencia y honestidad al hacer su trabajo, dice Garduño.
El principal idioma en Singapur es el inglés, por lo que recomienda a los exportadores tener su información comercial en ese idioma.
“No veo ningún país con el que se tenga un tema cultural difícil”, aclara Landeros.
Te recomendamos: Banxico endurece reglas para usar el sistema spei
4.- Permisos
Un punto importante, dicen los expertos, es considerar las restricciones sanitarias que puedan tener los países musulmanes, como Malasia y Brunéi. La principal es la certificación Halal, que exigen a los agroalimentos que importan. “Es fundamental tomar en cuenta los hábitos de consumo de estos mercados musulmanes”, dice Garduño.
El certificado Halal es un requisito indispensable para exportar a los países de mayoría musulmana, un sello imprescindible para comercializar productos en un mercado de más de 1,200 millones de dólares en todo el mundo. En México, el sector agroalimentario busca más esta certificación para productos como carne de res, pollo, berries, garbanzo, miel, dátiles, café, entre otros.
Singapur no posee restricciones sanitarias relevantes. El límite para exportar carne de res está por levantarse tras la visita de inspectores de ese país a rastros mexicanos.
5.- Posibles alianzas
Para Jacobo Cabrera Palos, vicepresidente de Consejos Estatales del Consejo Nacional Agropecuario, la apertura de productos mexicanos agroalimentarios a nuevos mercados no es fácil.
“Hay que abrir los puentes aéreos, tener las logísticas de exportación, saber qué productos están demandando”, refiere Cabrera.
Con esa información se programa la producción a demanda, por las grandes cantidades que podrían estarse requiriendo. Con esas exigencias, el sector promueve alianzas entre empresas y organizaciones de países latinoamericanos para atender y entrar al mercado asiático.
“Lo que viene es una red de abasto y logística en Latinoamérica para poder abastecer estos mercados”, comenta Cabrera.
A través de estas alianzas entre empresas, por ejemplo, se puede hacer un mejor trabajo en la realización de análisis predictivos de mercados, así como estudios financieros para determinar si las épocas de consumo son adecuadas para la temporada de producción.