Déficit fiscal, el peligro que acecha a AMLO
Uno de los mayores aciertos del gobierno federal, reconocido incluso por sus detractores, es el compromiso de mantener un equilibrio fiscal.
Desde la presentación del paquete económico para 2019 lo dejó claro con la propuesta de un presupuesto austero, una reorganización del gasto público, la meta de superávit primario de 1% del PIB y de no aumentar la deuda pública.
“Mantener un equilibrio fiscal es importante no solo para la calificación de riesgo sino para todos los balances macroeconómicos, por eso, ese es un gran acierto”, dijo Jaime Reusche, analista de riesgo soberano de la calificadora Moody’s.
Sin embargo, su mayor virtud podría convertirse en su principal debilidad, ya que junto al compromiso con la responsabilidad fiscal aumentan las presiones sobre las finanzas públicas. La orientación de las políticas de este gobierno hacia un mayor gasto en inversión pública y la necesidad de apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex), pueden afectar el desempeño de las cuentas fiscales.
“El gobierno tiene el dilema de mantener la responsabilidad fiscal como el ancla más importante de las políticas públicas, y estas dos presiones: la agenda de desarrollo del gobierno y la necesidad de apoyar a Pemex”, advirtió.
La petrolera además de tener una caída en sus ingresos y una abultada deuda, presenta un declive en su producción. Su situación causó que S&P cambiara a negativa la perspectiva de su calificación crediticia y que Fitch Ratings la bajara en febrero .
El gobierno federal anunció un plan de rescate que los expertos calificaron como insuficiente para ese propósito, además de ser un factor que podría erosionar las finanzas públicas.
El plan prevé una reducción en la recaudación de Pemex de 750 millones de dólares, que según Reusche desafía la meta de superávit primario de 1%.
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El gobierno anunciará el 18 de marzo nuevas medidas para apoyar las finanzas de la empresa, sin aplazar otros proyectos como el de la construcción de la refinería Dos Bocas, en Tabasco.
Conforme se suman gastos no previstos en el presupuesto, la presión para las finanzas del gobierno aumenta.
Según Reusche, el gobierno podría darle aire a las finanzas públicas con medidas de ingresos y si con más apoyo en la inversión privada, señaló.
México tiene espacio para llevar a cabo medidas tributarias, es uno de los países de la OCDE con menor nivel de recaudación, además reducir el alto nivel de informalidad es un área de oportunidad.
Por el lado de la inversión privada el escenario es complicado. "El gobierno debe enviar un mensaje claro de que es bienvenida", dijo Reusche, pues en estos primeros 100 días las señales han sido mixtas.
Mientras en su toma de posesión López Obrador aseguró que se respetarían las inversiones ya comprometidas, entre sus primeras acciones estuvo la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco.
“Vemos que la inversión privada no apoyará mucho este año, por eso nuestra previsión de crecimiento es de 1.7%”, agregó el experto.