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AMLO: 100 días con mucha 'energía'

El enfoque a Pemex y CFE, la lucha contra el huachicol, la nueva refinería, el freno a las energías verdes y las críticas a firmas privadas y reguladores han marcado el inicio de su sexenio.
mar 12 marzo 2019 05:06 AM

La entrada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador ha tenido muy ocupado al sector energético en sus primeros 100 días, pues el gobierno ha centrado gran parte de sus esfuerzos en esta industria.

Y las nuevas políticas supone un giro de timón con respecto a la administración anterior: apuesta por reforzar Pemex y CFE para alcanzar la autosuficiencia energética, freno a las licitaciones a empresas privadas, lucha contra el robo de combustible y un enfoque en energías más contaminantes, en detrimento de las renovables, pero que pueden dar mayores resultados a corto plazo.

Los planes para 'rescatar' a Pemex y CFE

El político tabasqueño tardó apenas 15 días en sacar la primera carta fuerte de su nuevo gobierno con su plan para “rescatar a Pemex” y una inversión al alza para enfocarse en la producción de campos en aguas someras y tierra, donde ya se sabe que hay petróleo.

El gobierno busca elevar la producción de petróleo de Pemex de los 1.65 millones de barriles de crudo, en promedio diario, que se extraen en la actualidad, a entre 2.4 y 2.6 millones en 2024.

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Sin embargo, según los especialistas, esta estrategia de enfocarse en los campos más 'fáciles' y 'accesibles' puede aumentar la producción de Pemex en el corto plazo, pero también provocar que en los siguientes años vuelva a declinar. Las mayores reservas del país se encuentran en zonas más complicadas, como las aguas profundas y las reservas del llamado shale (que se extrae en tierra de las rocas de lutitas, mediante la técnica del 'fracking'). "Están comprometiendo los siguientes 20 años de Pemex por tener cinco años muy buenos", dice Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC.

Lee: Así es la nueva CFE: más generación, más control, y menos empresas privadas

Además, aunque los expertos del sector y las calificadoras internacionales han elogiado los apoyos a Pemex, también han asegurado repetidas veces que serán insuficientes para revertir la situación de la empresa.

“En los siguientes seis años, Pemex requiere inversiones al año por 17,000 mdd para las actividades del upstream (exploración y producción). Si consideramos la deuda y el pasivo laboral de Pemex, las inversiones anuales que requiere son del orden de 28,000 mdd al año”, dijo recientemente Sergio Pimentel, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, durante una ponencia en las instalaciones del regulador energético a finales de febrero.

La otra pata de este plan se construirá en Dos Bocas, Tabasco, con una nueva refinería que puede costar 8,000 millones de dólares, y que el nuevo gobierno promete tener operando en tiempo récord, apenas tres años.

Los expertos y calificadoras dudan que puedan lograrlo no sólo en plazos sino en la inversión que estiman.

Lee: El ‘wattchicol’ cuesta a la CFE 30,000 mdp en 2018, y los adeudos 45,000 mdp más

El plan para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debe presentarse aún, pero en general contempla la inversión en un grupo de plantas 'viejas' y más contaminantes —pues emplean combustóleo, y no gas natural— para elevar la generación eléctrica , junto a un plan para maximizar el uso de las hidroeléctricas del país.

Freno a las energías verdes

El presupuesto del gobierno busca impulsar las energías tradicionales y más contaminantes, como el combustóleo, la gasolina, el diésel y el carbón, dejando a un lado la apuesta por las renovables que en los últimos años había predominado en el mercado mexicano.

El cambio de rumbo puede provocar que, en el mediano y largo plazo, México incumpla con los compromisos que se había impuesto en el Acuerdo de París contra el cambio climático, consideran expertos de la industria. “Es una exigencia del sector. Necesitamos conocer este mapa de ruta de cómo van a trazar la reducción de gases de efecto invernadero, (...) o si realmente a este gobierno, y entonces que lo diga categóricamente, no le interesa este tema”, critica Angélica Quiñones, presidenta de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES).

“Por el lado de CFE, vemos un enfoque de dejar de lado a las energías limpias, porque el principal aumento se da a centrales eléctricas ya existentes”, añade Alejandro Limón, especialista del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).

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La guerra contra el huachicol

La estrategia para combatir el llamado huachicol —que según cifras del Gobierno cuesta 60,000 millones de pesos al año— derivó en un despliegue militar en las instalaciones de Pemex, el cierre de varios ductos para su constante reparación y, como consecuencia, un escenario de desabasto de gasolinas en varias regiones del país.

Hasta el momento, sin embargo, ni el gobierno ni Pemex han presentado cifras detalladas sobre los resultados de esta estrategia.

Lee: ¿Por qué Pemex tiene que importar crudo para sus refinerías?

Las polémicas

Por último, el torbellino de acciones emprendidas por la nueva administración en torno al sector energético ha dejado numerosas polémicas.

El presupuesto de 2019 benefició a Pemex y a la CFE, pero implicó un recorte a los órganos reguladores del sector, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). En las semanas posteriores, varios comisionados presentaron su renuncia anticipada, y el titular de la CRE, Guillermo García Alcocer, fue acusado de conflictos de interés por el propio López Obrador, lo que ha negado.

Lee: La nueva CFE estudiar revivir la energía generada por carbón

Además, el gobierno frenó las licitaciones de bloques petroleros a empresas privadas, aunque aclaró que respetará los contratos otorgados hasta la fecha. Pero la sorpresa se dio cuando además canceló las subastas de largo plazo en el sector eléctrico, que habían impulsado la inversión privada en energías renovables . Las asociaciones especializadas y las cúpulas empresariales manifestaron su preocupación por estas acciones, pero la nueva administración no ha dado un paso atrás.

“En la línea que hemos señalado de que vamos a generar más electricidad, no queremos comprar electricidad, no queremos subastas .”, dijo el director de la CFE, Manuel Bartlett, el 26 de febrero.

El presidente también se enfrentó a las firmas que construyen los ductos de gas natural para la CFE. IEnova, TransCanada, Fermaca y Grupo Carso se vieron señaladas de manera pública por las condiciones de unos contratos que poco gustan a la nueva dirección de la eléctrica nacional, por los costos que suponen para CFE, aunque se trata de cláusulas habituales en la industria.

Los primeros 100 días de López Obrador han mostrado que el sector energético se convertirá en una de las banderas más importantes de su gobierno. Las calificadoras han dado su primer veredicto, al desconfiar de la estrategia desplegeda en todos estos frentes, y quedará ver si la nueva administración rectifica o el tiempo muestra que su plan sí acabará rescatando al sector.

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