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El atracón de deuda de las empresas amenaza a la economía de EU

Cuando llegue la próxima recesión, el endeudamiento excesivo de las empresas provocará un desapalancamiento agresivo que afectará aún más la economía y al empleo.
mar 28 mayo 2019 08:03 AM

NUEVA YORK (CNN) - La próxima recesión, cuando sea que llegue, podría verse agravada por el balance general de las empresas estadounidenses.

Alentadas por las tasas de interés increíblemente bajas, las empresas estadounidenses han asumido montos récord de deuda que financiaron contrataciones, adquisiciones y generosas recompensas para los accionistas. Esa deuda no parece importar mucho ahora porque la economía es fuerte y las empresas están produciendo más que suficiente dinero para pagarla.

Pero la próxima recesión expondrá el problema de endeudamiento del sector empresarial, revelando que muchas empresas se dieron un atracón de deuda excesivo. Esas empresas necesitarán desapalancarse rápidamente recortando empleos, cerrando instalaciones y vendiendo activos. Algunas incluso caerán en bancarrota.

“El problema con la deuda elevada es que limita la capacidad de las empresas estadounidenses para mantener el gasto durante un impacto al crecimiento”, dijo Troy Gayeski, codirector de inversiones de SkyBridge Capital.

Eso puede hacer que la próxima recesión sea peor de lo que sería de otro modo.

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“Un sector empresarial altamente apalancado podría amplificar cualquier recesión económica debido a que las compañías se ven obligadas a despedir trabajadores y recortar inversiones”, advirtió el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en un discurso el lunes pasado por la noche.

Esos trabajadores despedidos reducirían sus propios gastos, creando un efecto en cascada en el resto de la economía. Y los inversores que permitieron el endeudamiento del negocio retrocederían, lo que dificultará a otras empresas conseguir financiamiento.

“Las afectaciones que los inversionistas sentirán serán bastante enormes”, dijo Gayeski.

Los niveles de deuda deberían dar una ‘pausa’ a todos

De acuerdo con algunos parámetros, las empresas estadounidenses nunca han pedido tanto prestado como ahora.

La proporción de deuda corporativa no financiera con respecto al PIB es la más alta desde que comenzaron los registros en 1947, de acuerdo con la Oficina de Investigación Financiera, una oficina del Departamento del Tesoro creada después de la crisis financiera de 2008.

Por supuesto, el aumento de la deuda comercial tiene mucho sentido considerando lo barato que es pedir prestado. Al mantener las tasas de interés cercanas a cero durante muchos años, la Reserva Federal fomentó los préstamos como una forma de estimular el crecimiento.

“Para ser justos con las empresas estadounidenses, cuando la Fed está entregando dinero gratis, es probable que quieras sacar ventaja de ello”, dijo Gayeski.

Lee: Acciones chinas, ¿seguras durante una guerra comercial?

Pero ahora la Fed está instando a las empresas a actuar con cautela. “La deuda comercial claramente ha alcanzado un nivel que debería dar a las empresas y a los inversionistas razones para hacer una pausa y reflexionar”, dijo Powell.

Debido a que el mercado de valores está cerca de máximos históricos y el crecimiento del PIB estadounidense se aceleró durante el primer trimestre al 3.2%, es poco probable que muchas empresas presten atención a esa advertencia todavía.

Las ganancias corporativas récord, alentadas en parte por los recortes de impuestos a las empresas, dan a la industria más que suficientes recursos para pagar su deuda.

Solo el 1.7% de los bonos de alto rendimiento registraron impagos durante el año pasado, de acuerdo con Fitch Ratings.

Kraft Heinz, Tesla y GE

Sin embargo, hay algunas grietas emergiendo.

Casi 10,000 millones de dólares en bonos de alto rendimiento ya han caído en impago en el segundo trimestre, de acuerdo con Fitch. Eso duplica la cantidad total de incumplimientos del primer trimestre y llevó a Fitch a aumentar su pronóstico de incumplimiento para 2019.

Y algunas compañías importantes han sido criticadas por su excesivo endeudamiento.

Kraft Heinz, que tiene una deuda a largo plazo de casi 30,000 millones de dólares, ha visto caer el precio de sus acciones en 26% en lo que va del año debido al deterioro de su negocio. El gigante de la comida respaldado por Warren Buffett está apresurándose para reparar su inflado balance general recortando dividendos y vendiendo marcas.

La deuda es un ingrediente clave en los problemas que enfrenta Tesla también. Las acciones de Tesla se han desplomado casi 40% este año a medida que los inversores temen que la creciente competencia y los problemas en China generen una crisis de efectivo en el fabricante de automóviles eléctricos de Elon Musk.

Y los propios problemas de deuda de General Electric han obligado al icónico conglomerado a reducir su dividendo en un centavo, a recortar empleos y a desmantelar su imperio.

¿El próximo subprime? Probablemente no

SkyBridge Capital está apostando contra la deuda corporativa, como una cobertura contra la próxima recesión. Las posiciones cortas más grandes de la firma están vinculadas a bonos basura.

“Cualquiera que sea la causa, el punto más agudo del dolor estará en el crédito corporativo”, dijo Gayeski de SkyBridge, quien pronosticó un “aspecto explosivo” para las apuestas en una recesión.

La buena noticia es que, a diferencia de la crisis subprime, es poco probable que esta deuda comercial sea la causa de la próxima crisis.

“Los paralelismos con el auge de las hipotecas que condujo a la crisis financiera mundial no son del todo convincentes”, dijo Powell.

Señaló que los aumentos en los préstamos comerciales no son “desmedidos” y no han sido impulsados por una “burbuja dramática de activos”. Powell también señaló que el sistema financiero actual “parece lo suficientemente fuerte como para manejar” las pérdidas del sector empresarial. Los bancos se han visto obligados a reforzar su capital para evitar una repetición de 2008.

Y hay indicios de que el crecimiento de la deuda comercial se ha moderado en el último año. Eso probablemente sea un reflejo de la creciente preocupación por cuánto más puede durar la expansión económica. Los inversionistas han presionado a las compañías para que limpien sus balances generales, incluso en la industria petrolera notoriamente indisciplinada.

Sin embargo, Powell advirtió a las empresas estadounidenses que no tomar más apalancamiento.

“Otro fuerte aumento de la deuda, a menos que esté respaldado por fundamentos sólidos, podría incrementar las vulnerabilidades de manera notoria”, dijo.

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