Como parte de la celebración de sus 50 años de vida, la revista Expansión entrevistó a Gil Díaz para conocer cómo vislumbra el mundo en las siguientes cinco décadas:
-¿Cuáles son los principales cambios, transformaciones y retos en materia económica y de comercio en 50 años tanto en México y como en el mundo?
Enfrentamos a una encrucijada inminente, el camino que tomemos condicionará el futuro de nuestras economías y de la humanidad misma, señaló Gil Díaz en entrevista.
Cada amanecer nos enteramos de desastres naturales por todo el planeta. Huracanes de una fuerza no antes contemplada, así como deshielos, aumento en la temperatura del mar, temperaturas insoportables, invasión de insectos perniciosos, desaparición de especies, agotamientos de bancos de peces, migraciones masivas de personas con hambre y pérdidas agrícolas.
¿Van los países a continuar como si no sucede algo? Además del calentamiento global, ¿Vamos a continuar sin tomar las medidas internacionalmente indispensables para luchar contra las consecuencias que se desprenden de la “Tragedia de los Comunes”, es decir, de las externalidades negativas consecuencia de la sobre explotación de mantos acuíferos, de bancos de peces, etc.?
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Existen la tecnología y los medios para detener e idealmente revertir el calentamiento global, en muchos casos incluso con rentabilidad económica. Los jóvenes se han dado cuenta de lo que les espera y algunos se movilizan políticamente para provocar las medidas de contención necesarias y urgentes.
Si las tomamos nos espera un futuro de mayor bienestar, solo que las medidas mismas, adoptadas irreflexivamente, pueden provocar una desaceleración económica de tal gravedad que se derroten a sí mismas. Por eso es indispensable utilizar mecanismos de mercado, como los impuestos contemplados para el uso del carbón, el intercambio (mercado) de derechos contaminantes, etc., así como el apoyo a la investigación de tecnologías que economicen o eviten el uso de contaminantes. Ya existen, hay que impulsarlas y hace falta un esfuerzo mundial para darle más recursos.
Es posible que todavía estemos a tiempo.