Trump sugirió el viernes que hay más por venir, al parecer confirmando una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en una cumbre en Chile el próximo mes.
Pero el hecho de que los negociadores aún necesiten hasta cinco semanas para resolver el texto real del acuerdo indica que todavía tienen que resolver muchos detalles.
“Y en cualquier acuerdo comercial, el diablo (y el trabajo más arduo) siempre está en los detalles”, escribió Stephen Olson, miembro de la Hinrich Foundation, en una nota a principios de semana. “No hay un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China”.
Cada parte ha utilizado un lenguaje muy diferente para describir el pacto. Trump lo calificó como “un acuerdo de primera fase muy sustancial”, y agregó que el convenio equivale a un “festival de amor” después de meses de fricción. Los medios estatales chinos adoptaron un enfoque más cauteloso, evitando la palabra ‘acuerdo’ y diciendo solo que se había hecho un “progreso sustancial”.
“Con base en sus registros anteriores, Washington puede decidir en cualquier momento cancelar el acuerdo si considera que la cancelación sirve mejor a sus intereses”, dijo el periódico estatal China Daily en un editorial el domingo.
Estas son algunas de las concesiones descritas en el acuerdo preliminar, junto con cuestiones más importantes que aún no se han resuelto.
Productos agrícolas
China concedió algo de terreno en las compras de productos agrícolas, como la soya y la carne de cerdo, según Oxford Economics.
El gobierno de Trump anunció que el acuerdo del viernes incluirá ventas agrícolas estadounidenses a China por entre 40,000 millones a 50,000 millones de dólares. Eso se compara con los 24,000 millones de dólares en tales productos que Estados Unidos vendió a China en 2017, antes de que comenzara la guerra comercial. El año pasado, Estados Unidos vendió solo 9,300 millones de dólares en productos agrícolas a China.
Trump tuiteó el domingo que China “INMEDIATAMENTE” comenzará a comprar “cantidades muy grandes” de productos agrícolas. Pero otros detalles sobre las compras siguen siendo escasos.
China es uno de los mayores mercados para las exportaciones agrícolas de Estados Unidos, y los agricultores estadounidenses se han visto muy afectados por las represalias de China a causa de los aranceles estadounidenses.
Para China, el hecho de acordar comprar productos agrícolas estadounidenses podría verse impulsado en parte por su necesidad de satisfacer la demanda interna de carne de cerdo, según Jeffrey Halley, analista senior de mercado de Oanda para Asia Pacífico.
Los compromisos “se adaptan a su situación aquí y ahora, particularmente debido a que la peste porcina ha devastado la industria porcina del país”, escribió el lunes en una nota de investigación.
Pekín señaló en septiembre que estaría abierto a reparar esta parte de la relación con Estados Unidos. China ha perdido más de 100 millones de cerdos a causa de la peste porcina africana, lo que llevó a las autoridades a liberar reservas de carne de cerdo de emergencia para estabilizar el mercado de carne de cerdo más grande del mundo.