La cascada de amparos
El amparo será el recurso que el sector patronal de los empresarios utilizará, pero aquí es donde la historia no le favorece y el camino es complejo.
"Sí es un tema muy técnico y yo pensaría que evidentemente habrá muchas y distintas iniciativas y acciones de impugnación, pero todas tienen sus situaciones muy técnicas(...) tampoco me atrevo a decir que es un camino fácil", señaló Max Deiner.
Los amparos pueden comenzar a llover una vez que la ley se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF). A partir de ese momento, se puede interponer un tipo de amparo: el indirecto autoaplicativo.
Ese amparo consiste en que una persona o empresa considere que con la promulgación de la ley cuestionada alguno de sus derechos fundamentales es vulnerado o contrario a la Constitución.
La autoridad puede argumentar que si la ley no se le está aplicando a ese inconforme no hay forma de agravio o vulneración. Se interpone antes de que el quejoso esté en una problemática.
"No es un tema fácil (...) Dependerá mucho de cómo se argumente el amparo para que verdaderamente se le dé la procedencia. Es algo que probablemente muchos de esos amparos, si es que se presentan, no van a prosperar y probablemente alguno muy bien planteado pudiera llegar a prosperar, (...) es una vía que podría ensayarse", dice el exprocurador fiscal.
Los amparos pueden ser interpuestos por los contribuyentes en lo individual o pueden hacerlo en conjunto. Aunque los efectos del amparo, en caso de ganarlo, sólo aplicarán para quien lo solicitó.
Para que tuvieran efecto generalizado, tendrían que haber muchos fallos a favor de los contribuyentes pero eso tomaría tiempo.
Pero Carlos Rosas, académico de La Salle, dijo que no hay tal posibilidad pues en materia fiscal y administrativa no existe esa vía para que con muchos fallos en un mismo sentido se vuelva algo generalizado.
"En materia fiscal no tenemos esa figura de la inconstitucionalidad genérica sino en este caso tienen que promover todo contribuynte (...) su juicio de amparo", dice Rosas.
Si no ganan, los inconformes tendrán que enfrentar el proceso y en su caso las sanciones a las que se hagan acreedores.