Si se suma a los 24,000 millones de dólares de exportaciones agrícolas estadounidenses en 2017, el total se acerca a la meta anual de 40,000 mdd a la que el presidente Donald Trump aspira.
Las cifras, que se espera sean anunciadas el miércoles en la ceremonia de la firma en la Casa Blanca entre Trump y el viceprimer ministro chino, Liu He, representan un asombroso aumento con respecto a las recientes importaciones chinas de productos manufacturados estadounidenses, lo que genera escepticismo sobre cómo podría lograrse.
Otras dos fuentes con conocimiento de la fase uno del acuerdo comercial concordaron con el detalle general de las compras, sin dar cifras específicas.
No fue posible contactar de inmediato a un portavoz de la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, encabezada por Robert Lighthizer para solicitarle comentarios.
Lighthizer dijo el lunes que el acuerdo era un "enorme paso adelante" para las relaciones comerciales entre Washington y Beijing y "un acuerdo realmente muy, muy bueno para Estados Unidos". Comentó en Fox Business Network que estarán atentos para verificar que China cumpla lo acordado.
"Esperamos que ellos cumplan al pie de la letra. Presentaremos casos, presentaremos acciones contra ellos si no lo hacen", dijo Lighthizer.
Cuando se pactó la fase uno del acuerdo comercial el 13 de diciembre, los representantes estadounidenses dijeron que China había acordado comprar en los próximos dos años 200,000 mdd más que en 2017 en productos agrícolas, bienes manufacturados, energía y servicios de Estados Unidos.
También dijeron que publicarían objetivos para las cuatro grandes áreas, pero que mantendrían en secreto los detalles de productos específicos para evitar distorsiones del mercado.
El aumento de 32,000 millones de dólares en compras agrícolas respecto a 2017 fue confirmado por Myron Brilliant, jefe de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, quien habló con los periodistas el lunes en Beijing.
Trump se había centrado principalmente en el aumento de las exportaciones agrícolas, que beneficiaría a un importante grupo de apoyo político que se ha visto dañado por las represalias arancelarias chinas durante su guerra comercial de 18 meses con Beijing.