“El tema de gobernanza es importante, de seguridad, cumplimiento de las leyes, que se respete la propiedad privada, que se respeten los contratos, todo eso abona a que se genere un entorno de confianza para las inversiones, es un factor que está en nuestro dominio (de México), a diferencia de factores externos como crisis de salud o tensiones comerciales y geopolíticas”, comentó en entrevista Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de Bolsa.
Un menor dinamismo en la inversión pública y privada fue uno de los factores que influyeron en la contracción económica reportada en 2019 en México, ya que fue el primer año de gobierno de la actual administración, además de la incertidumbre por la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), explicó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+.
Bolivia es otra de las economías de América Latina que ha crecido más y que tiene mayores expectativas que México. Este país ha apostado al desarrollo de sectores de mayor valor agregado como el automotriz, frente a la mera explotación de recursos naturales, lo que le ha permitido contar con nuevos diferenciales productivos y de comercio para las exportaciones, sobretodo con países asiáticos. Además de la aceleración para la construcción de infraestructura, explicó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Esto ha representado grandes y positivos cambios estructurales en industrialización, los cuales son más perdurables ante fenómenos políticos y sociales”, agregó el especialista.
México no debe conformarse con sólo la explotación de recursos, como lo hizo con el petróleo, sino generar una industria moderna que transforme materia prima, como el litio, el cual es importante para el futuro de la economía global, consideró.
“Esto se logra con planes en materia de educación y capacitación en mediano y largo plazos, además de importantes inversiones (pública y privada nacional) para el desarrollo de infraestructura, y no sólo conformarse con traer empresas extranjeras”, añadió el director del IDIC.
Otro país a destacar es Perú, con expectativas de crecimiento de 2.3% para 2019 y de 3.2% para 2020, por parte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este país ha impulsado su plan de política macroeconómica denominado “Plan Bicentenario: El Perú hacia el 2021” el cual ha favorecido las inversiones públicas y privadas en actividades de empleo de calidad, además de que plantea la descentralización, y el respeto al medio ambiente.
Este programa tiene el objetivo de garantizar los derechos fundamentales y consolidar la institucionalidad democrática, por lo que promueve una reforma al sistema judicial para asegurar la transparencia en todos sus procesos, así como la mejora y el fortalecimiento de programas para reducir la pobreza, promueve la eficiencia de la administración pública con miras a restituir la credibilidad de las instituciones públicas, señaló el documento Perspectivas económicas de América Latina 2019: desarrollo en transición de la CEPAL.
