El jueves pasado, más de 100 trabajadores esperaban bajo un sofocante calor en un parque en el centro de Monterrey, México, con mochilas y maletas rodantes en la mano, para recibir noticias sobre sus visas temporales para trabajadores agrícolas H-2A.
Habían viajado desde todo el territorio mexicano, con el objetivo de conseguir trabajo recogiendo frutas y verduras o cuidando el césped en Florida, Texas, Tennessee y otros estados del país vecino.
Alrededor de un tercio había viajado durante la noche en un autobús desde Guanajuato luego de que la compañía Pequeño Harvesting, con sede en Florida, llamara al reclutador Javier Lara con una demanda urgente de trabajadores para la cosecha de sandía. Acabaron regresando a casa con las manos vacías.
"Estamos jodidos", dijo Lara. "Las sandías se pudrirán en el campo".
Esa tarde, Lara y sus reclutas abordaron el autobús para el trayecto de regreso de nueve horas en medio de la confusión sobre la política estadounidense en esa materia.
La rápida propagación del coronavirus llevó al Departamento de Estado estadounidense a suspender las solicitudes de visas de rutina en las embajadas y consulados de todo el mundo a partir del 18 de marzo.
Las empresas de la industria de productos frescos, que contaban con 243,000 trabajadores H-2A para cosechar en 2018, inmediatamente presionaron al gobierno para que otorgue exenciones a los trabajadores agrícolas.
El miércoles, funcionarios del Departamento de Estado dijeron en una llamada con reporteros que habían prescindido de los requisitos de entrevistas en persona para muchos solicitantes de la visa H-2A.
Un portavoz del consulado estadounidense en Monterrey dijo el domingo que un personal limitado seguía procesando las visas H-2A "debido a la alta prioridad de mantener la cadena de suministro de alimentos de Estados Unidos".
Sin embargo, agregó que el consulado había tomado medidas para garantizar que no hubiera grupos de solicitantes de visa en el consulado.
Pequeño Harvesting contrató a más de 855 trabajadores H-2A en 2019, más que cualquier otra compañía que cosecha sandías en Florida, según datos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos. No fue posible contactar a la empresa para solicitar comentarios.
Florida produjo más de 780 millones de libras (casi 354,000 toneladas) de sandía el año pasado, 22% del consumo de Estados Unidos, según el gobierno local. En 2018, el estado reclutó a 30,462 trabajadores con visa H-2A y fue solo superado por Georgia, según el Departamento de Agricultura estadounidense.
Algunos de los solicitantes en el grupo de Lara ya habían pasado algunas temporadas cosechando en campos estadounidenses. "Es la primera vez que no me dejaron ir", dijo Jorge Tapia, de 32 años, padre de dos hijos que ha trabajado tres temporadas previas en Estados Unidos.
Debido a la confusión sobre las nuevas reglas para obtener una visa y ante la propagación del coronavirus por México, llegan menos trabajadores a Monterrey, a 200 kilómetros de la frontera con Estados Unidos y tradicionalmente un importante punto de entrega de visas H-2A.
"Debería haber el doble o triple de personas pasando (habitualmente), por lo menos", dijo Paulino Chávez, un comerciante que lleva años vendiendo billeteras, portapasaportes, riñoneras y cinturones a los trabajadores agrícolas que se dirigen al norte.
Sin los trabajadores, los productores en Florida, California y todo Estados Unidos podrían quedarse con cultivos sin recolectar en el campo en el inicio de la cosecha. Los ciudadanos estadounidenses no han recolectado los cultivos en décadas.
En Florida, los arándanos, melones, zanahorias, pepinos, mangos, duraznos y sandías están a punto de cosecharse en abril y mayo; mientras que California se prepara para recolectar uvas, frambuesas, lechugas, brócolis, coliflores, duraznos, ciruelas, nectarinas, melones y sandías.
Cosechar esas frutas requiere "un mayor grado de habilidad de lo que se cree comúnmente", dijo David Puglia, presidente de la Asociación de Productores del Oeste, que representa a los productores de frutas y verduras de Estados Unidos.
"Estos son trabajadores temporales, vienen y realizan trabajos que los estadounidenses no toman", afirmó.