El presidente insistió en que se trata de una crisis "transitoria" y se limitó a defender su Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el presupuesto ya establecido, con ligeros ajustes. Frente a planes como el de Estados Unidos, que anunció un gasto de 2 billones de dólares (millones de millones) para impulsar la economía, el gobierno mexicano insistió en el enfoque en la "austeridad".
Después de la conferencia de López Obrador, el CCE emitió un desplegado en el que afirma: "Nos parece una respuesta incompleta ante la gran dimensión de la crisis que enfrentamos".
Por ello, la institución que preside Carlos Salazar pide "suscribir un gran convenio nacional entre gobierno, empresarios, trabajadores y sector social para lograr transitar los siguientes 90 días", para enfocarse en estos objetivos: proteger el empleo, los salarios y los ingresos de las familias; sentar las bases para una recuperación inmediata, evitar que la crisis de liquidez de familias y empresas se convierta en una de solvencia; y contar con recursos para continuar programas sociales actuales".
"El objetivo es ayudar a empresas solventes para que la falta de liquidez no las haga caer en la insolvencia en los próximos 90 días, protegiendo el empleo y los salarios. No tiene sentido despedir trabajadores por el costo de liquidación y para facilitar la recuperación. Sin embargo, si no se resuelve la crisis de liquidez, se perderán los empleos en la insolvencia", explica en el documento.
Carlos Salazar le presentó estas propuestas al presidente en una comida el jueves 2 de abril. La mayoría ya se contemplaban en el plan que el CCE reveló el 18 de marzo. El gobierno apenas ha escuchado una: devolver el IVA con prontitud. Cuando López Obrador anunció esto, destacó que es una solución "que han pedido los empresarios".
Pero es una de muchas, y el CCE, en el desplegado, dice rotundo: "Nuestras propuestas aún no han sido tomadas en cuenta".
El organismo señala que es urgente adoptar nuevas medidas. Con sus prouestas de apoyo para las familias y las mipymes, la economía de México sólo caería entre 2.5% e incluso 0% este año, con un peso a 21 o 22 unidades por dólar y un aumento del desempleo de 300,000 a 400,000 personas, asegura el CCE.
Sin embargo, "sin medidas ambiciosas para la contingencia económica", las previsiones son de una caída del PIB de entre -7% y -10%, un tipo de cambio en 25 pesos y entre 800,000 y 1 millón de personas sin trabajo.
Estas son las propuestas del Consejo Coordinador Empresarial: