Moody’s justificó su decisión argumentando el debilitamiento de la actividad económica en México, el deterioro de Pemex que afecta a la nota soberana y el deterioro de las políticas públicas implementadas por el gobierno.
“Además, la propagación global del coronavirus está dando lugar a choques simultáneos en oferta y demanda. Moody's espera que estos choques frenen considerablemente la actividad económica, particularmente en el primer semestre de este año”, detalló.
En México, el brote de coronavirus llevará a una economía ya débil a una recesión, por lo que Moody's pronostica una contracción significativa del PIB este año seguida de una débil recuperación.
La agencia informó que el coronavirus tendrá un impacto negativo en la calidad de los activos y la rentabilidad de los bancos sobre todo aquellos que no están diversificados así como las que tienen gran exposición a sectores de alto riesgo y las medianas empresas.
“Moody's también considera que los riesgos son elevados para los modelos de negocio que dependen de la utilidad diferencial, índices de renta variable y tasas bajas sostenidas”, añadió.
De acuerdo con la calificadora, entre más tiempo tarden los hogares y las empresas en reanudar sus actividades habituales, mayor será el impacto económico.
A principios de semana, Moody´ s dijo qur prevé que la caída de la economía mexicana sea más profunda si la emergencia sanitaria por el Covid-19 llega a extenderse más de un trimestre.
“Sabemos que la situación es muy fluida y hay importantes riesgos a la baja, sobretodo en 2020, entonces es posible que haya una contracción más prolongada este año, simplemente si esto se prolonga más de un trimestre. A pesar de eso no significa que bajáramos más la calificación de México, porque nos estamos enfocando en el crecimiento de largo plazo”, explicó en teleconferencia Ariane Ortiz-Bollin, analista soberana para México de Moody's.