Las pequeñas y medianas empresas fueron quienes más solicitaron adherirse al programa que les permite diferir el pago de sus créditos con 3.2 millones de solicitudes de un total de 7.9 millones de requerimientos.
El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, dijo en videoconferencia que 2.7 millones de solicitudes eran de tarjetas de crédito- es decir, 30% de las personas que cuentan con este producto- y 281,000 clientes de un crédito hipotecario.
"Recordarán que hay 19 millones de tarjetas de crédito activas, de las cuales 10 millones no usan la facilidad de crédito sino la usan como medio de pago y son los que denominamos como totaleros y 9 millones sí usan la facilidad del crédito con pagos parciales y, de esos, 2.7 millones se han subido a este programa", detalló el también presidente del Consejo de Administración de Banco Azteca.
Los clientes de crédito de nómina registraron 962,000 solicitudes, los de créditos personales 606,000 mientras que en el crédito automotriz fueron 219,000.
En marzo pasado, los bancos anunciaron un programa para que sus clientes pudieran aplazar el pago de sus créditos y sin que fueran reportados al buró de crédito hasta por 6 meses.
Los bancos podrán limitar el crédito de sus clientes hasta en un 50%, de acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM).
"Durante los próximos meses la autoridad nos ha pedido que la reducción de las líneas de crédito no sea más del 50% del disponible que el cliente tiene. No es que reduzcamos parejo los límites de crédito. Tenemos un análisis y un historial de cada uno de los clientes y lo que hacemos es de acuerdo a la capacidad de pago, de endeudamiento", dijo Julio Carranza, vicepresidente de la ABM.
De acuerdo con el también director general de Bancoppel, la banca no reducirá la línea de crédito a todos sus clientes pues está comprometida a ayudar a sus clientes y la prueba está en el programa de diferimiento de intereses que lanzó en marzo pasado.
