"El punto es que este tipo de de financiamientos actúa con un rezago porque normalmente los bancos piden cierta antigüedad a las personas en empleo antes de dar un crédito hipotecario. Nuestra percepción es que este crecimiento que vimos en el primer cuatrimestre del año es que esta respondiendo a la creación de empleo que se dio hace un año o dos años", dijo Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
Para Ricardo García Conde, director ejecutivo de Crédito Hipotecario de Citibanamex, este crecimiento en la colocación del crédito tiene dos formas de analizarse.
"Hay dos lados de la moneda: en el crédito hipotecario hemos venido creciendo por muchos años a tasa de doble dígito y el año pasado el mercado creció 10%. Eso es mucho si lo comparas con el PIB, pero es poco si lo comparas con el peso relativo que tienen los créditos hipotecarios en las carteras", dijo en entrevista.
La Asociación de Bancos de México dio a conocer recientemente las cifras nominales del crédito, es decir, las que no descuentan la inflación.
García Conde aseguró que pese a la actual crisis económica que enfrenta el país por la pandemia del coronavirus, la banca no ha dejado de hacer colocaciones.
En marzo pasado, la banca lanzó un programa par diferir el pago de los créditos, en el que 301,000 clientes que tienen un crédito a la vivienda solicitaron esta facilidad.
La medida, según expertos, ayudará al sistema financiero en general; sin embargo, las condiciones actuales de empleo podrían entorpecer los cobros.
"Las medidas que puso la CNBV para el diferimiento de pagos ayudaron al sistema en general, pero podría haber clientes que tienen problemas para pagar sus créditos tanto parcial como totalmente. Sí podríamos ver una tendencia de desaceleración o una moderación en el crecimiento”, dijo por su parte Alejandro González, analista de Intercam.
Otro de los indicadores que también ha mostrado un alza contra el año pasado, es el índice de morosidad, es decir, aquellas personas que incumplieron con el pago de su crédito. En abril, este índice se ubicó en 3.13%, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La morosidad ha tenido un aumento considerable en comparación de abril de 2019 cuando se ubicó en 2.63% aunque fue casi igual que la de marzo pasado cuando se ubicó en 3.12%.
Carlos Rojo, vicepresidente de la ABM considera que el 3.13% sigue siendo un índice de morosidad bastante sano y bien controlado pero habrá que ver cómo se comporta en los próximos meses para ver si los bancos tendrán que reforzar su estrategia.
"La mora tiene que ver con personas que han encontrado dificultades en el ingreso y no tenían claro si usar o no el programa de diferimiento y han entrado en una situación de menor pago o sin pago", declaró recientemente el presidente de la ABM, Luis Niño de Rivera.
Pese a este escenario de desaceleración, la banca se muestra optimista. Niño de Rivera consideró que en el país hay un déficit de 6 millones de viviendas, por lo que sigue habiendo familias y personas que tienen interés en mejorar la condición actual de vivienda o en adquirir una nueva.
García Conde asegura que la oferta está disponible pese a que la demanda se ha visto afectada ante la crisis del coronavirus.
"La construcción no quedó en las actividades prioritarias y mucho de la construcción de vivienda se detuvo, muchos desarrolladores tuvieron que parar su obra y siendo realistas tampoco se aprecian nuevos proyectos en estos momentos. Lo que no cambia es la necesidad de vivienda que tiene el país", dijo el especialista de Citibanamex.
Además, una vez que pase la crisis sanitaria, los mexicanos demandarán otro tipo de vivienda, una que incluya espacios para hacer trabajo a distancia.
"Con el Home Office, todo mundo debe tener un espacio para no estar amontonados. Somos un país joven y los jóvenes se incorporan a la vida productiva y demandan sus propios espacios", destacó.
En México, añadió, la edad promedio de la vivienda es de 27 años por lo que la fuerza del mercado hace muy atractiva la renovación urbana.