Para brindar esta información el INEGI redefinió su concepto de informalidad para efectos censales, “se define como informales a los establecimientos que tienen todas y cada una de las siguientes características: tienen 5 personas ocupadas o menos; no pagan contribuciones patronales a regímenes de seguridad social, ni otras prestaciones sociales”, explicó Arturo Blancas Espejo, director general de Estadísticas Económicas, en videoconferencia.
Otras de las características es que estas unidades no forman parte de una empresa con varios establecimientos; no cuentan con personal proporcionado por otra razón social, y no tienen pagos para otra razón social que contrata personal y se los proporciona. Tampoco tiene gastos por servicios contables, legales y de administración.
Las empresas informales no tienen gastos por asesoría comercial, mercadotecnia y servicios conexos. Y finalmente no usan un sistema contable, ni pagan los servicios de un contador externo para llevar sus cuentas, apuntó el funcionario en la presentación de los resultados de los Censos.
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“Todas estas nuevas características para el concepto de informalidad nos dan un panorama más restrictivo y completo”, dijo Julio Santaella, presidente del Instituto.
Las cifras alarman, Oaxaca, Guerrero y Chiapas tienen las mayores tasas de personal informal ocupado con índices de 50.1%, 45.6% y 40.6%, respectivamente. En estas entidades la actividad informal genera el 14.1%, 13.5% y 12.6% de total de su valor agregado, respectivamente.
En tanto, el personal no dependiente de la razón social de la empresa para la que trabaja (outsourcing) ha tenido un importante crecimiento en los últimos años.
En el periodo de 2014 a 2019 la tasa de crecimiento media anual de esta práctica fue de 5,5%, de 2014 a 2019 las personas contratadas bajo este esquema pasaron de 3.6 millones a 4.6 millones; un incremento de un millón de trabajadores.
El outsourcing se caracteriza por brindar servicios como trabajadores a terceros, a través de una subcontratación que hace una agencia laboral o intermediaria con la empresa que requiere los servicios de personal especializado, en vez de una contratación directa que pueda significar mayores prestaciones sociales y mejor paga.