Se trata del mayor registro del índice de precios desde el 3.7% registrado en febrero. Hasta junio, la tasa era de 3.33%.
La aceleración estuvo asociada principalmente a incrementos en los precios de las gasolinas, el gas doméstico, el pollo y la cerveza.
La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, registró una variación de 3.85%, también en línea con lo anticipado por el mercado.
Sólo en julio, la inflación repuntó 0.66%, según el INEGI, mientras que para el indicador subyacente tuvo un avance de 0.40%.
El banco central de México recortó a finales de junio la tasa clave por novena ocasión consecutiva, actualmente en 5%, citando un balance de riesgos incierto para el índice de precios. Analistas esperan una nueva reducción de tasas en su aviso de la próxima semana.