A partir del 1 de octubre es obligatorio que los alimentos y las bebidas procesadas con alto contenido calórico en sodio o en grasas cuenten con etiquetado de advertencia del consumo. Habrá dos meses de tolerancia para que todos puedan cumplir con la normatividad, ya que será aplicable para cualquier producto que se consuma en territorio mexicano.
“Si tú quieres importar un producto de cualquier parte del mundo, no nada más con nuestros socios de TMEC o TLCUEM, que vaya a ser consumido en México, y tenga alguno de esos nutrientes críticos, tendrá que necesariamente cumplir con la NOM 051, así se armoniza, la norma marca como objetivo y campo de aplicación a todo producto preenvasado que vaya a ser consumido en territorio nacional”, dijo el funcionario.
Por lo anterior, los fabricantes tendrán que hacer adecuaciones, primero en materia sanitaria que son los octágonos que advierten sobre estos nutrientes críticos, pero también a partir del primero de abril deberán cumplir con las condiciones en materia comercial. Por ejemplo, los productos como quesos ya no pueden incluir la palabra “tipo” o “estilo”, sino “imitación” en negritas y con fondo blanco para que remarque, explicó Guati.
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Empresarios en el país refieren que este tipo de estipulaciones pueden convertirse en barreras no arancelarias, es decir un problema para su comercialización internacional no relacionada con impuestos a la importación, sino técnicos.
“Hay preocupaciones de que pudiese ser una barrera no arancelaria, porque hay necesidad para evitar ciertos etiquetados. Creemos que hubo comentarios, de más de 5,000 cuando se hizo la norma, que no fueron atendidos con el cuidado y profundidad que el proceso sugiere, por ejemplo en el caso de la advertencia de edulcorantes no calóricos, que no está basado en evidencia científica y que es uno de los requisitos que los procesos de normalización exigen en los tratados internacionales”, explicó Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico).
Quien también fuera subjefe de la Negociacion del TLCAN en 1990-1994 y jefe negociador del TLCUEM entre 1998-2001, explicó que las empresas en el extranjero, al igual que las que producen en México, tendrán que cambiar sus procesos para que los productos sean comercializados y consumidos en el país, lo que puede representar un riesgo para que las empresas decidan ya no importar o enviar este tipo de productos.
El representante de la Secretaría de Economía argumentó por su parte que el fondo de la implementación de este nuevo sistema es crear consciencia y brindar información a la población de lo que consume, además de evitar a mediano y largo plazo enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, ya que México es el país número uno con número de casos de estos padecimientos en jóvenes, niños y mujeres.
“El anterior modelo, el de las guías diarias de alimentación, es un modelo que nadie entiende, tienes que ir con una calculadora en la mano, tienes que ir con unos estudios de maestría en nutrición para poderlo entender un poquito. Y es un poco parte del engaño que se ha manejado durante años y que nos ha impedido tener mejores hábitos de lo que estamos comiendo, ese es el contexto”, explicó el director general de normas de la SE.
