Hacienda se ha enfocado en reducir el monto de la deuda pública como proporción del PIB, y en no emitir más deuda de la autorizada a finales del año pasado, cuando todavía no llegaba el coronavirus a México.
Para 2020 Hacienda proyecta que la deuda pública como proporción del PIB llegue a 54.7% y para 2021 a 53.7%, el gobierno asevera que este índice es bajo en comparación con otras naciones afectadas por el coronavirus, y que esto representa una ventaja económica y para las finanzas públicas.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el nivel de endeudamiento de México en 2020 llegue a 61.3% de su PIB, solo como parte de la caída económica y el tipo de cambio de la deuda en moneda extranjera, y sin contemplar nueva contratación de deuda para atender la emergencia sanitaria.
Para otros países como Brasil su deuda en 2020 subirá a 98.2% del PIB, Chile 32.34%, Colombia 57.7%, Estados Unidos 131.07%, España 113.42%, China 64.9% y Canadá 109.55%, refiere información del Monitor Fiscal del FMI de abril. Esta semana este organismo actualizará estas proyecciones.
El gobierno ha defendido su estrategia de no contratar más deuda, con el objetivo de que su calificación crediticia no sea afectada, pero en tiempos de crisis económica como la que ocurre en el mundo, las agencias calificadoras observan más allá de un balance en las finanzas públicas o un bajo nivel de endeudamiento.
“Lo que importa es si vas a tener las condiciones para generar crecimiento económico para financiar esa nueva carga de deuda que ha acelerado, o bien has puesto en pie medidas que sean creíbles para limitar el aumento de gasto o incrementar los ingresos que hagan sostenible esta nueva tendencia, una de las dos, o una combinación de las dos”, explicó Ariane Ortiz-Bollin, analista senior de Riesgo Soberano en Moody´'s.