Pese a que las solicitudes cayeron a su nivel más bajo desde marzo, se mantuvieron por encima de su pico de 665,000 durante la Gran Recesión de 2007-09. La débil demanda, sobre todo en el sector servicios, está obligando a los empleadores a despedir trabajadores. Los despidos podrían acelerarse a medida que aumenten los nuevos casos de coronavirus en todo el país.
El frágil mercado laboral es uno de los principales desafíos a los que se enfrentará el presidente electo Joe Biden cuando sustituya a Donald Trump en enero.
¿Qué impuestos y cambios fiscales aplicarán en 2021?
Los contagios diarios por coronavirus superan los 100,000 y las hospitalizaciones aumentan a medida que el clima más frío lleva a la gente puertas adentro, lo que está llevando a algunos gobiernos estatales y locales a imponer nuevas restricciones a las empresas.
Incluso sin restricciones, es probable que los consumidores se mantengan alejados de lugares como bares, restaurantes y gimnasios por temor a la exposición a enfermedades respiratorias. Los restaurantes y gimnasios se trasladaron al aire libre durante el verano.
Los pedidos por desempleo tocaron un récord de 6,867 millones en marzo. Gran parte de la mejora en el mercado laboral provino de empresas que recuperaron a trabajadores despedidos y con licencia temporal, ya que compañías y desempleados accedieron a su parte de los más de 3 billones de dólares del alivio aprobado por el gobierno contra el coronavirus.
No obstante, el estímulo fiscal se ha agotado, lo que dificultará que la economía genere suficientes puestos de trabajo para absorber a millones de estadounidenses desempleados.
El gobierno informó la semana pasada que las nóminas no agrícolas aumentaron en 638.000 en octubre, su menor alza desde que comenzó la recuperación laboral en mayo. Eso siguió a los 672.000 empleos añadidos en septiembre. Solo se han recuperado 12,1 millones de los 22,2 millones de puestos de trabajo perdidos en marzo y abril.