En febrero, la actividad económica enfrentó un entorno complejo relacionado con la desfavorable evolución de la curva de contagios de COVID-19 durante la primera quincena del mes. Los apagones y problemas en el suministro de gas en 26 de los 32 estados del país ante la llegada de la tormenta invernal que azotó Texas y el norte de México a mediados de febrero. También la escasez global de semiconductores, lo cual ha impactado a las manufacturas, particularmente el sector automotriz, explicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Lo anterior se refleja a detalle del IOAE, que para las actividades manufactureras anticipa una caída anual de 4.2% y para los los servicios de 4.3%.
En tanto, el estimado de enero mejoró relativo al preliminar, explicado tanto por una mejoría de la industria (con datos observados), como en el pronóstico de servicios. Esto implicaría un avance de 0.2% frente al mes previo en la actividad, hilando ocho meses de recuperación, refirió un análisis de Banorte.
Los estimados son consistentes con un menor dinamismo al inicio del año, con el choque externo compensado por la mejoría en torno al virus. Así, seguimos esperando una contracción de 0.2% en el PIB del primer trimestre de 2021, frente al último reportado, refirió el análisis del banco.