El sistema de pensiones en México, explicó Jorge Sánchez Tello, tiene tres componentes: la pensión que se entrega a los adultos mayores, las que se entregan al empleo formal (Afores) y, por último, el ahorro voluntario, también ligado al tema de las Afores.
“Una de las formas para que no sea tan pesado para las finanzas públicas y se pueda mantener este beneficio para los adultos mayores en los próximos años, es, tal vez, que tenga que bajar el gasto de pensiones de los otros componentes que hoy son muy costosos: como la ley 73 del IMSS, la Ley 2007 del ISSSTE, las pensiones VIP que tienen en Pemex, en CFE”, detalló.
“Se tendría que hablar de un nuevo sistema fiscal. Yo pensaría, más que hablar de aumentar impuestos o la base gravable, yo hablaría de mejorar el gasto y revisar el gasto en pensiones; y hacer una reforma integral en pensiones”, expuso por su parte Alejandra Macías del CIEP.
Sánchez Tello dijo que el anuncio del presidente Lopez Obrador es "eminentemente electoral", por lo que destacó la importancia de conocer los detalles sobre la financiación de la medida en los siguientes 30 o 40 años.
En la búsqueda de hacer más eficiente la pensión universal, el gobierno debe trabajar en mejorar los censos y el registro de la población que llega a la edad para recibir esta ayuda, la cual en ocasiones no llega por temas como: desconocimiento de la población o la falta de un identificador único y de actualización de datos.
“Tenemos una CURP que medio sirve, pero no es única. No la actualizan por defunciones, hay quien tiene dos o tres CURP”, explicó Macías, quien señaló la falta de transparencia en la entrega del pago: “La Auditoría sacó un estudio donde el 10% de los apoyos no se sabe si se entregaron de manera correcta a los adultos mayores o a algunos que ya habían fallecido”.
En ese sentido, una alternativa es que la pensión para adultos mayores no se entregue a quien recibe una pensión alta y así tener recursos adicionales para quien no cotizó en el esquema de pensiones.
Sin embargo, ya no habría universalidad en este apoyo gubernamental. Además, sería necesario contar con otro tipo de padrón para identificar no solo a la gente que llega a los 65 años, sino también a quien recibe una pensión que rebase un monto determinado.
En una columna de opinión en el diario El Universal publicada este lunes, el exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa, dijo que la promesa del presidente de la República costaría 370,000 millones de pesos para el 2024, para lo cual es necesaria una reforma tributaria que deba ir de la mano de más cambios a los sistemas de pensiones.
Urzúa advierte que si no se hacen reformas, la mitad de los ingresos tributarios serán destinados al pago de pensiones.