En la primera "Reunión Iberoamericana de bancos centrales" organizada por el Banco de España y la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Díaz de León expuso que el choque económico ha sido muy "significativo" para la economía mexicana en particular.
Con casi 2.28 millones de casos y 210,000 muertes por COVID-19, la tercera cifra más alta del mundo, México tuvo una contracción histórica de 8.5% del PIB en 2020.
“Si se prolonga esta afectación en algunos sectores y no se puede regresar a una dinámica donde se pueda normalizar los flujos, al menos en cierta medida, puede que tengamos todavía problemas en las instituciones financieras por un tiempo”, consideró.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recientemente elevó a 5% su pronóstico de crecimiento del PIB mexicano para 2021, frente a una expectativa previa de 4.3%. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) del Gobierno mexicano pronosticó el 31 de marzo un crecimiento puntual de 5.3% para este año, frente a una estimación previa de 4.6%.
Sin embargo, el gobernador del banco central advirtió de las consecuencias de una nueva ola de COVID-19.
“Claramente partimos de un punto de vista de mucha mayor fortaleza en cuanto al sector, que no lo debemos sobreestimar o confiarnos porque claramente esto es un entorno dinámico y todavía no hemos salido de esta situación y de estos retos”, apuntó.
El funcionario enfatizó la importancia de cumplir con el plan de vacunación.
Aunque México fue uno de los primeros países en comenzar la vacunación el 24 de diciembre, hasta ahora ha aplicado cerca de 11.4 millones de dosis, con solo cerca de 2 millones de personas que han recibido el esquema completo en un país con 126 millones de habitantes.
Agustín Carstens, exgobernador del Banco de México y ahora gerente general del Banco de Pagos Internacionales, señaló que la desigualdad de acceso a las vacunas acentuará la brecha económica entre países.
El mexicano citó que los pronósticos del PIB del FMI hacia 2024 muestra que las naciones ricas solo quedarán 1% por debajo de lo estimado previo a la pandemia, mientras que las economías emergentes quedarán por debajo del 4% y Latinoamérica estará 6% abajo.
“La disponibilidad de vacunas ha sido también muy diferenciada, eso ha hecho, según el Fondo Monetario, que haya perspectivas muy diferentes de crecimientos hacia adelante”, observó.