En una actualización de sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), el FMI pronosticó que los países emergentes de Asia crecerán un 7.5% este año, lo que supone una reducción de 1.1 puntos respecto a su anterior previsión realizada en abril.
Se trata de una rebaja mucho mayor que la de 0.4 puntos para las economías emergentes de todo el mundo.
"Las perspectivas de crecimiento en India se han rebajado tras la grave segunda oleada de COVID durante marzo-mayo y la lenta recuperación prevista de la confianza a partir de ese revés", dijo el FMI.
"Una dinámica similar se da en el grupo ASEAN-5, donde las recientes oleadas de infecciones están frenando la actividad", señaló.
El FMI recortó la previsión de crecimiento de la India para este año en 3 puntos, hasta el 9.5%. La previsión para el grupo ASEAN-5, formado por Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, se redujo en 0.6 puntos, hasta el 4.3%.
La previsión de China para 2021 se revisó a la baja en 0.3 puntos, hasta el 8.1%, debido a la ralentización de la inversión pública y las ayudas fiscales.
Para 2022, el FMI elevó la previsión de crecimiento de Asia emergente en 0.4 puntos, hasta el 6.4%.
El sudeste asiático se ha convertido en un epicentro mundial de la contagiosa variante Delta del coronavirus, lo que ha obligado a los países a imponer prohibiciones de viaje y medidas de bloqueo que están lastrando el crecimiento.
"Esperamos que los nuevos brotes del virus y el consiguiente endurecimiento de las restricciones retrasen la recuperación económica, sobre todo en el sudeste asiático", afirma Oxford Economics en una nota de investigación.
"Las bajas tasas de vacunación fuera de China y Singapur también dejan a muchos países de la región vulnerables a los contratiempos del COVID-19 y existe el riesgo de que las consecuencias económicas sean mucho más graves de lo que se prevé actualmente".