El superávit comercial de México se redujo 86% en junio de este año en comparación con el mismo mes de 2020, al pasar de 5,536 millones de dólares (mdd) a solo 762 mdd.
El resultado obedece al repunte del 52% de las importaciones totales, dentro de las cuales las compras de gasolina y gas butano y propano se dispararon 244%, mientras que las de bienes de consumo no petroleros subieron 71% en el periodo de referencia, detalló el Inegi.
Luego del paro de actividades que se dio para evitar frenar los contagios del coronavirus, la oferta se ha recuperado más rápido que la demanda, lo que se ha traducido en el aumento de precios, coincidieron los analistas consultados.
La reactivación de las actividades económicas y el paro de las restricciones a la movilidad se tradujeron en un aumento en la importación de combustibles, así como de cierto tipo de bienes de consumo como celulares, computadoras y muebles, explicó Gómez Ayala.
De enero a junio de este año 33.8 millones de pasajeros viajaron por avión, cifra mayor a los 25.6 millones del mismo periodo del año pasado, según datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
“Ese tipo de reactivación, aunque continúa lento y no va a recobrar niveles prepandemia en los próximos dos años, implica cierto avance”, sostuvo el profesor del ITAM.
En lo que apunta a la exportación, la venta de ciertas frutas y verduras a Estados Unidos representa presión al alza para la inflación en México, según publicó Banco de México (Banxico).
“Si la demanda en Estados Unidos crece demasiado, los productores locales van a querer orientar todos los productos a los mercados internacionales; y el sobrante que tengan, o lo que quede para el mercado nacional. Al no cubrirse la demanda interna, lo que sucede es una presión al alza de los precios”, explicó por su parte Carlos Alberto Jiménez.
Con el aumento en la demanda de bienes y servicios viene un aumento en los precios.
"Una de las medidas que se recomienda en la economía para frenar la inflación es reducir el empleo o aumentar el desempleo”, dijo el profesor de La Salle.
En México la política actual apunta a un mayor consumo de las familias para orientar la recuperación y la inflación no es vista de manera negativa y permite el crecimiento económico a partir del crecimiento de los salarios”, añadió.
Para que la inflación vuelva al rango de Banxico (3% +/- un punto porcentual) va a depender de que no haya nuevos confinamientos por la pandemia y de la recuperación del nivel de producción. “Es una cuestión estructural sino coyuntural, entonces no vemos que tome más de 12 meses para que la inflación vuelva a su cauce”, anticipó Jiménez Bandala de La Salle.