La subsecretaria mexicana de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, aclaró en entrevista con Reuters que en la etapa de consultas en el tratado, que deben iniciar en 30 días desde la petición el 20 de agosto, lo que se busca es que Estados Unidos aplique lo que quedó plasmado.
Al preguntarle si podría surgir una nueva metodología para calcular el VCR -valor de contenido rebional- que satisfaga a ambas partes durante los 75 días que da el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá para llegar a una solución "mutuamente satisfactoria", la funcionaria fue tajante: "No, porque no estamos renegociando (el T-MEC)".
"El texto del acuerdo dejaba muy claras cuáles eran las flexibilidades obtenidas en el propio tratado", dijo. Añadió que aunque aún no han iniciado las consultas, desde el gobierno de Donald Trump México empezó advertir a nivel técnico y ministerial diferencias en la interpretación estadounidense que considera "contraria al espíritu de la negociación".
Para que un vehículo sea considerado originario de América del Norte y no pague aranceles deberá cumplir con un VCR de 75% a partir del 1 de julio de 2023. El mismo porcentaje aplicará para las partes esenciales, según el pacto comercial que reemplazó el año pasado al TLCAN, donde el VCR era de un 62.5%.
México -respaldado por Canadá- busca entre otros puntos que, tal como se definió en el acuerdo y sus reglamentaciones uniformes, la metodología que se permite para calcular el VCR de las partes esenciales pueda usarse al estimar el VCR del vehículo.
Esto implica que cuando una parte esencial alcance el porcentaje requerido de 75%, se considere por "redondeo" el componente como 100% originario, incluso para el cálculo del VCR del vehículo, algo con lo que la autoridad estadounidense no coincide.
"Exigirles (a las armadoras) requisitos que van más allá de lo negociado puede resultar contraproducente a la industria en América del Norte, reducir competitividad, elevar costos y realmente hacerla una región menos atractiva para la inversión y la producción", dijo la subsecretaria.
Las tensiones causadas por estas diferencias interpretativas que pueden determinar el futuro del sector automotor de los países socios del acuerdo ocurren antes de un encuentro bilateral económico de alto nivel el 9 de septiembre en Washington donde un tema será "fortalecer la integración productiva".
Que actualmente no se sepa cuál metodología respecto a las reglas de origen automotrices es la correcta genera para De la Mora una "incertidumbre innecesaria", porque el T-MEC se negoció "precisamente para darle certidumbre a la industria, al productor, al exportador, al inversionista y al comerciante".
La funcionaria llamó a ponderar si el régimen de origen en el T-MEC pudiera incluso terminar incentivando que proveedores de fuera de Norteamérica, como por ejemplo Corea del Sur, se beneficien de reglas de origen mucho menos estrictas que les permitan exportar sin aranceles, en lugar de atraer proveeduría a la región.