“Esta transición permite en el largo plazo usar los recursos públicos de manera más eficiente, ya que se eliminan costos excesivos por condonaciones fiscales, insuficiencia de fiscalización y una serie de huecos que tiene el sistema anterior”, comentó.
México ya se ha beneficiado de esta separación de intereses, aseveró Ramírez de la O, pues en 2020, pese a la crisis sanitaria y económica, la recaudación de los ingresos tributarios aumentó en aproximadamente un punto porcentual del PIB.
“Esta tendencia se ha mantenido durante 2021, los ingresos siguen desempeñándose mejor a lo estimado, y parece que esto es un verdadero cambio estructural”, comentó el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Privados complementarán inversión pública
El funcionario enfatizó que para el siguiente año, en el presupuesto público se destinará más de un billón de pesos en inversión física, la cual funge como ancla y detonante para la inversión privada.
“La inversión pública para el siguiente año será mayor que en los años previos y funcionará como ancla para la inversión privada. En este sentido, será complementada por el Tercer Paquete de Inversión que tendrá un marcado componente de inversión privada e inversión mixta (pública y privada) distribuido a lo largo de todo el país, en sectores como conectividad física, telecomunicaciones y puertos, entre otros”, agregó.
Refirió que el gasto de inversión que se propone en el Presupuesto de Egresos de la Federación es una cifra histórica, lo que va a situar el gasto en inversión física en 3.1 puntos porcentuales del PIB.