El pago se realizó con fondos que Argentina recibió en agosto del programa de derechos especiales de giro (DEG) del FMI, destinado a ayudar a los miembros a combatir el impacto económico de la pandemia de coronavirus.
El mismo mecanismo de pago fue utilizado por el país sudamericano hace tres meses para afrontar el vencimiento de unos 1,900 mdd con el organismo.
Argentina está buscando un nuevo programa del FMI para renovar una deuda de unos 45,000 mdd que no puede afrontar.
Mientras el país busca salir de una recesión que comenzó en 2018, año en que la administración anterior firmó un desafortunado préstamo con el FMI por 57,000 mdd, la tercera economía de América Latina sigue golpeada por una inflación que supera el 50% anual.
Las partes buscan alcanzar una resolución para reestructurar la deuda desde hace más de un año, pero recientemente crecieron las esperanzas sobre un acuerdo y un acuerdo sobre un plan económico a mediano plazo, clave para restaurar la credibilidad de Argentina con los mercados.
En el primer trimestre de 2022 el país sudamericano deberá pagar alrededor de 4,000 mdd al FMI y otros 2,000 mdd al Club de París.
Las conversaciones con el FMI son políticamente delicadas ya que muchos votantes en el país culpan al fondo de un colapso económico ocurrido en 2002 que arrojó a la pobreza a millones de argentinos de clase media.
Después de haber sido derrotada en una reciente elección legislativa, la administración del presidente Alberto Fernández se enfrenta tensiones políticas, mientras los argentinos luchan con altas tasas de pobreza e inflación y bajos salarios.
Con información de Reuters