Héctor Magaña, coordinador de análisis e investigación del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, comentó que el crecimiento para este año no alcanzará a recuperar todavía el PIB que se tenía en 2018: "Si seguimos creciendo a una tasa de 1.5%, recuperaremos el PIB precrisis hasta 2024 y el PIB per cápita hasta 2029”.
Un bajo crecimiento económico traerá consigo una menor recaudación de impuestos, provocando un reajuste en el presupuesto y elevando el riesgo de que algunos proyectos deban aplazarse, explicó.
Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base, dijo que México no vivía una estanflación desde los años 80, pero que a diferencia de aquel entonces, ahora no se viven tasas de 90%, sino menores al 10%.
“Estanflación es estancamiento económico con alta inflación. Entonces, sí, hay un estancamiento económico en México y hay una alta inflación”, dijo en entrevista
Ambos especialistas coincidieron en que el índice de precios al consumidor bajará hacia la meta del banco central (3%, +/- un punto porcentual) a finales de este año, siempre y cuando la pandemia deje de ser un problema global.
Mayor afectación en los servicios
La combinación de un bajo crecimiento económico, altos precios y las restricciones provocada por la pandemia del coronavirus provocarán un menor dinamismo en el sector terciario.
“La parte del comercio y de los servicios va a continuar afectada, por lo menos el primer trimestre de este año porque los precios de las materias primas y alimentos están altos en comparación con el año pasado. Eso va a limitar el consumo de las personas”, precisó el profesor del Tecnológico de Monterrey.
Otro factor que frenará el consumo tiene que ver con el aumento en la tasa de interés de Banco de México (Banxico), actualmente en 5.5%, algo que se traducirá en el encarecimiento de los créditos.
La recuperación del empleo “sigue siendo limitada”, a pesar de que hacia final del año pasado hubo un impulso aún hay salarios menores a los que registrados antes de la crisis del COVID-19, apuntó Gabriela Siller.
Impulso desde EU
Tal como ocurrió en 2021, el dinamismo económico de Estados Unidos, que ya superó la etapa de recuperación y está en expansión, impulsará al sector exportador mexicano, aunque estará condicionado a que se terminen los cuellos de botella que hubo el año pasado.
Otro factor que ayudará a la economía mexicana tiene que ver con las remesas, pero al ser una fuente externa, “no podemos celebrarlo. No es un logro de México”, dijo la directora de Banco Base.
¿Cómo hacerle frente al 2022?
Para pasar de la mejor manera posible este año que apenas empieza, Gabriela Siller recomendó cautela para las familias mexicanas, sobre todo gastar en bienes duraderos y adquirir bienes que hagan falta, que se ajusten al presupuesto, así como cuidar la fuente de ingresos actual.
En caso de contratar un crédito, la economista sugirió fijarse muy bien que sea a tasa fija y, así, evitar pagar una tasa más elevada por futuros incrementos.
Para las empresas, además de cautela, es recomendable optar por coberturas cambiarias e instrumentos con rendimientos por arriba del 7%.
A nivel macroeconómico, será importante el comportamiento de la política económica y monetaria. “Si se toma la decisión adecuada, vamos a esperar que la inflación va a converger a la meta de Banco de México en 2023”, adelantó Mañana, del Tecnológico de Monterrey.