A diferencia de otros países con su mercado de combustibles totalmente abierto, en México cuando suben los precios de los combustibles a nivel mundial, el gobierno hace descuentos (estímulos fiscales) a la cuota del impuesto IEPS que se les cobra a la gasolina y al di´esel, esto con el objetivo de suavizar las alzas en los precios. Desde febrero se han otorgado estímulos por arriba de 90% para la gasolina Magna.
En tanto, la inflación general a tasa anual se ubicó en 7.29% durante la primera quincena de marzo, impulsada por el gas LP, la gasolina y las tarifas aéreas, informó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Presiones sin control
Entre las presiones externas, que poco se pueden controlar, derivadas del conflicto entre Rusia y Ucrania están: los costos de la industria agroalimentaria, suspensión del transporte comercial, mayores precios de los cereales y del gas natural, estos factores a su vez desencadenan mayores precios de la carne y una menor producción de fertilizantes.
México, por ejemplo, de todos los fertilizantes que importa para la producción en el campo, el 24% proviene de Rusia, detalla información de UN Comtrade y Coface. Perú el 46% y Ecuador el 39%. México es el tercer país de América Latina que más fertilizantes importa de Rusia.
Estos factores y cuestiones internas dejan un pronóstico para el crecimiento económico de México de 1.6%, por parte de Coface.
Mayores tasas de interés
La economista de Coface explicó que ante la inflación, los países alrededor del mundo están respondiendo con alzas en las tasas de interés de referencia, por parte de sus bancos centrales.
“Esto vale para todos los países, es una respuesta a la inflación, que tiene impacto en el consumo de bienes durables, y preferencia por los productos esenciales. En tanto para las empresas, el alza de tasas puede generar problemas, si estas están apalancadas con crédito”, dijo.