Explicó que el sector público puede subsidiar el precio de la gasolina de manera “sostenida en como el gasto púbico lo permita; en el momento que ya no haya qué recortar y las gasolinas permanezcan altas, probablemente vamos a ver una liberación de la gasolina”.
Con los precios de los combustibles en plena subida a nivel mundial, por una mayor movilidad y el conflicto entre Rusia y Ucrania, el gobierno de México baja la carga del impuesto IEPS que se refleja en el precio final, y da incentivos a los importadores y refinadores a través del IVA e ISR.
Esto representa pérdidas recaudatorias para el sector público, pese a que está recibiendo más dinero porque el precio de la mezcla mexicana de crudo de exportación es más caro que lo programado al cierre de 2021; 55.1 dólares, Hacienda ajustó el viernes pasado la estimación para el cierre de año a 92.9 dólares por barril.
“Tienes ingresos adicionales porque tienes excedentes petroleros, pero además estás metiendo subsidios adicionales a las gasolinas que te cuestan casi todo lo que estás recaudando por excedentes petroleros, y estás dejando de recaudar IEPS, de tal forma que tienes 133,000 mdp que te está costando dejar de recaudar, y meter subsidio, podríamos estar con un superávit de exportación de crudo 380,000 mdp, que nos ayudaría bastante, pero a la vez se absorbe el costo de los estímulos fiscales”, explicó Gonzali.
Finalmente consideró como positivo, que como parte de esta situación el gobierno no esté contemplando endeudarse más; “es una línea que el gobierno no está dispuesto a cruzar, lo cual se agradece, sin embargo, va a ser la capacidad del gasto público la que se verá afectada”.