El impacto
El control de precios, de acuerdo a Fernando Cruz, impacta a los productores primarios y todas las cadenas comercial, de transformación y de logística.
En ese sentido, el socio de GCMA y el director del IDIC coincidieron en que una solución sería dejar funcionar al mercado y no intervenir en los precios.
“La reflexión que hemos hecho con Juan Carlos Anaya, director de GCMA, es que el problema no está por el lado del control de precios. Hace año teníamos una infraestructura que se llamaba Oportunidades, que ayudaba a las personas de menores ingresos con una transferencia de dinero, indexada a la canasta básica”, recordó Cruz.
Atacar el problema
La presión al alza en los precios de los alimentos obedece a las importaciones que se hacen en el país.
México es un importador -un mercado abierto- de granos, por lo que, una solución más viable, aunque de mediano y largo plazo, tiene que ver con aumentar la capacidad productiva del país, coincidieron los especialistas consultados.
“Habría que establecer ciertos programas para elevar la producción interna. El problema es que esto no es de corto plazo”, sostuvo José Luis de la Cruz.
Otra solución, agregó, tiene que ver con hacer más eficientes procesos de siembra y cosecha, así como lograr costos de distribución asequibles.
En ese sentido, el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, dijo el martes en conferencia de prensa que el gobierno trabaja en un plan para aumentar la capacidad productiva del campo mexicano, particularmente en cereales, maíz, arroz y frijol.
Una alternativa más tiene que ver con dejar actuar al mercado, medida que se ha visto que es más sostenible en el corto plazo, y evitar monopolios, acaparamiento y especulación, agregó de la Cruz.
Control de precios en el pasado
Las políticas de control de precios se han aplicado en México en los años 80 y 90, cuando los niveles de inflación superaban el 70 y el 80%. Aunque es cierto que aunque actualmente la inflación en México es mayor al 7%, casi duplica la meta del Banco de México (3% +/- un punto porcentual).
José Luis de la Cruz recordó que en la década de los 80 el control de precios se tradujo en una mayor inflación.
Mientras que, en los años 90, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se trató de controlar el tipo de cambio para mantener precios bajos en las importaciones, “sobrevaluando al peso que hacía que la gente comprara fuera porque el dólar estaba barato”.
Sin embargo, agregó, la distorsión en el precio del dólar, al verlo barato, el consumo se inclinó por el dólar, “lo que llevó a un desequilibrio en la balanza de pagos y, eventualmente, a la devaluación de 94”.