El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó de nuevo su previsión de crecimiento para Estados Unidos este año, a un 2.3% desde el 2.9% de finales de junio, por las recientes revisiones a la baja del PIB estadounidense del primer trimestre y del gasto de los consumidores.
El FMI incluyó las nuevas previsiones en el informe completo de su evaluación anual de la economía estadounidense, en el que destacó los retos de la elevada inflación y las fuertes subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal para controlar los precios.