¿Qué pasa con Bancomext y Nafin?
Unifin, que el lunes anunció el impago de sus deudas y una reestructura, debe a Nafin 3,573 millones de pesos en líneas de crédito en dólares y en pesos en total.
A Bancomext le adeuda 1,443 millones de pesos. El dato es relevante porque se trata de la banca de desarrollo, cuyo papel es fondear proyectos rentables para la sociedad.
"El papel tradicional de la banca de desarrollo es fondear proyectos cuya rentabilidad social los justifica, pero cuya rentabilidad privada no es suficientemente elevada, o inmediata, que los haga atractivos para los intermediarios comerciales", de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Nafin es el principal acreedor de Unifin mientras que Bancomext es el cuarto principal acreedor.
Ramírez Pineda asumió la dirección de ambas entidades en enero pasado y se comprometía a "redoblar esfuerzos para brindar más créditos a un mayor número de empresas, en especial a los micro, pequeños y mediados negocios localizados en las zonas menos favorecidas", refiere la página web del Gobierno de México.
Al ser consultados por Expansión, Nafin dijo no tener información sobre alguna medida precautoria o penal contra Unifin. "Por secreto bancario no podemos dar a conocer ese tipo de información", argumentó un vocero de la firma. Bancomext no respondió a la solicitud de información al cierre de edición.
La crisis de Unifin
Unifin anunció que dejará de pagar intereses y capital de su deuda desde la presente fecha y hasta el periodo necesario para negociar acuerdos definitivos con sus acreedores, además de iniciar una reestructura de su negocio.
Las principales líneas de negocio de Unifin son el arrendamiento operativo, factoraje, crédito automotriz, créditos de capital de trabajo, créditos estructurados y seguros.
La firma destacó que contrató como asesores a Rothschild & Co., AlixPartners, Sainz Abogados y Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom, LLP para analizar y desarrollar soluciones en el proceso de reestructura.
Unifin se une Alpha Holding y Crédito Real en un colapso financiero que casi acabó con un total de 5,000 millones de dólares en bonos. Todo tipo de conflictos puso en problemas a las empresas y a sus tenedores de bonos: tanto Alpha como Crédito Real asustaron a los inversionistas al revelar sus problemas contables. Pero al final, el colapso se aceleró por un aumento repentino en las tasas de interés en México y Estados Unidos, lo que aisló aún más a las empresas del dinero fácil del que dependían.
"Parte del proceso de reestructura incluye un análisis de la situación operativa de la empresa y se está implementando un recorte de gastos operativos importantes dependiendo de la sensibilidad de los mismos en la operación de la compañía", informó un vocero de la empresa a Expansión.