En su comunicado de política monetaria, Banxico señala que las presiones por el alza de precios continuarán en los siguientes meses: "Tanto la inflación general como la subyacente han seguido afectadas por las presiones acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto bélico. Las expectativas correspondientes para 2022, 2023 y el mediano plazo volvieron a ajustarse al alza. Las de largo plazo se mantuvieron estables, si bien por arriba de la meta".
Banxico estima que este año la inflación cerrará en 8.3%, pero que será hasta el primer trimestre de 2024 cuando la variación del índice general entre en el rango de su meta inflacionaria con un 3.8%.
La entidad ha incrementado la tasa objetivo en 525 puntos base como parte de un ciclo de alzas que inició en junio de 2021, después de que la inflación comenzó a acelerarse por encima de la meta de un 3% +/- un punto porcentual.
El banco central detalló que los riesgos inflacionarios son una persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; 2) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; 3) mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; 4) depreciación cambiaria; y 5) presiones de costos.
La inflación se encuentra en niveles no vistos en más de dos décadas.
La semana pasada, la Fed elevó en 75 puntos base la tasa objetivo de los fondos federales para fijarla en un rango entre 3.75% y 4%, en su lucha contra la peor inflación en 40 años.