Los riesgos
Los partidarios de la prohibición dicen que las semillas GM pueden contaminar las antiguas variedades nativas de México, herbicidas a base de glifosato causan cáncer.
Ante presiones estadounidenses y y durante años se han librado batallas legales en los tribunales estadounidenses que alegan que los amenazas de una disputa en virtud del acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México (TMEC), el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció en noviembre que las importaciones de maíz amarillo transgénico para alimentación animal aún estarían permitidas, en espera de un permiso anual del regulador sanitario, Cofepris.
Sin embargo, funcionarios mexicanos no han dicho cuánto maíz amarillo transgénico seguirán comprando y si el plan para reducir drásticamente las importaciones sigue en pie.
¿Cuánto disminuirán las importaciones?
El subsecretario de Agricultura, Víctor Suárez, dijo a Reuters en octubre que México, uno de los principales compradores de maíz estadounidense, está en camino de reducir a la mitad sus importaciones de maíz en 2024.
Compensaría la diferencia aumentando la producción nacional y buscando acuerdos con agricultores estadounidenses, argentinos o brasileños para el maíz no transgénico, afirmó.
Reuters entrevistó a expertos del sector, comerciantes y agricultores sobre los desafíos de asegurar un suministro de maíz no transgénico lo suficientemente grande para las necesidades de importación de México, y a tiempo para su decreto de 2024.
Según la Asociación Nacional de Productores de Maíz (NCGA, por sus siglas en inglés), más del 90% del maíz que se cultiva en Estados Unidos, la principal fuente de este producto en México, está modificado genéticamente.
Más presiones
Ken Dallmier, director ejecutivo de Clarkson Grain, un proveedor estadounidense de granos orgánicos y no transgénicos, dijo que si bien actualmente no hay suficiente oferta de cultivos no transgénicos en Estados Unidos para México, podría haberla si la nación latinoamericana actúa rápido.
"Todavía hay tiempo para que las fuerzas del mercado afecten el suministro y la logística para satisfacer las necesidades y el deseo de México, pero esa ventana se está cerrando rápidamente", aseguró.
La creciente tensión comercial se produce cuando la demanda mundial de cereales y semillas oleaginosas es fuerte y los suministros son escasos, después de que el conflicto en Ucrania interrumpió las exportaciones de cereales de la región del Mar Negro y la sequía generalizada obstaculizó los cultivos en las llanuras de Estados Unidos.