Al cierre de 2018, el saldo del fondo de estabilización fue de 88,722 millones de pesos, mientras que al cierre de 2022 tenía un saldo de 21,368 milloones.
El FEIEF ha servido para estabilizar las participaciones de estados y municipios, particularmente en la crisis financiera de 2009 y en la pandemia del coronavirus en 2020.
“Proyectamos que en 2023 el fondo sufrirá una reducción adicional de 43% como consecuencia de las estimaciones de recaudación optimistas en el paquete económico del gobierno federal”, lo que reduce “aún más la capacidad del fondo para estabilizar las participaciones en ejercicios subsecuentes”, añadió Moody's.
Un menor nivel del FEIEF, explicó, reduce la flexibilidad del mecanismo para compensar una caída en las participaciones vinculadas a la recaudación federal participable (impuestos, derechos petroleros y mineros), particularmente en un escenario de recesión económica.
Para este año, Moody’s estima un crecimiento de 1% para la economía mexicana, por lo que es probable que se vuelva a utilizar el FEIEF para cubrir las participaciones presupuestadas por concepto de la recaudación de impuestos.
“El uso del fondo se ha vuelto más frecuente. Adicionalmente, en 2021 y 2022 se observaron erogaciones con cargo al FEIEF correspondientes al pago de obligaciones financieras del propio fondo”, apuntó Moody’s.
Señaló la agencia calificadora, de 2017 a 2022 la transferencia que proviene del fondo mexicano del petróleo (FMP) al FEIEF fue en promedio de 2,657 millones de pesos por año, menores a los 82,000 millones que entre 2019 y 2022 que se destinaron para compensaciones.