"La inflación estuvo por encima de la expectativa del mercado de 6.2%, lo que podría generar especulación sobre la tasa terminal de política monetaria de la Fed", consideró Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base.
La inflación mensual se vio impulsada en parte por el alza de los precios de la gasolina, que avanzaron un 3.6% en enero, según datos de la Administración de Información de Energía estadounidense.
Las ponderaciones de gastos utilizadas para calcular el IPC también se actualizaron a partir del informe de enero. Las nuevas ponderaciones, que se publicaron el viernes, reflejan el gasto de los consumidores en 2021.
Ahora se elevó la participación de la vivienda en el IPC, pero se redujeron las ponderaciones del transporte y los alimentos. Las revisiones, los factores estacionales actualizados y las nuevas ponderaciones llevaron a algunos economistas a aumentar sus pronósticos del IPC.
No obstante, la inflación se está desacelerando, lo que permitiría a la Fed continuar con su pequeño ritmo de subida de tasas el próximo mes.
La moderación de las presiones sobre los precios refleja una política monetaria más restrictiva, que pesa sobre la demanda, así como mejores cadenas de suministro. No obstante, pasará un tiempo antes de que la inflación regrese al objetivo del 2% de la Fed debido a los alquileres rígidos y un mercado laboral ajustado, que mantienen elevados los precios de los servicios.
El banco central estadounidense elevó su tasa de política monetaria en 450 puntos básicos desde marzo pasado, desde cerca de cero a un rango de 4.50% a 4.75%, con la mayor parte de los aumentos entre mayo y diciembre. Los economistas creen que la Fed podría elevar esta tasa por encima del máximo del 5.1% que proyectó en diciembre y mantenerla allí durante algún tiempo.
Con información de Reuters