El gobierno mexicano cuenta con la ventanilla única para el envío de información electrónica, una sola vez, para cumplir con los requerimientos de comercio exterior para agilizar y simplificar los flujos de información.
Otro de los problemas, coincidieron los entrevistados, tiene que ver con la falta de estrategias gubernamentales con visión de mediano y largo plazos.
“Nunca he visto ni a una administración, ni realmente a un país -eso implica al sector empresarial y a la sociedad civil; a todo mundo- con estas visiones de largo plazo”, afirma Jorge Acosta, socio de la consultora Alterpraxis.
El directivo de Index agrega que antes de invertir en un país o región, las empresas e inversionistas requieren certidumbre y certeza de que las reglas del juego no van a cambiar, seguridad jurídica y Estado de derecho, así como el contar con infraestructura, servicios, mano de obra calificada y cercanía al consumidor final, en este caso es Estados Unidos.
Tres Méxicos
Además, hacia el interior del país las economías corren a velocidades diferentes, pues vemos un norte y un bajío más desarrollados, con mano de obra calificada y mejores servicios, pero el sur enfrenta rezagos en infraestructura, aunque existe más agua, un recurso que no es tan abundante en entidades como Nuevo León.
El sur sureste tiene necesidades de infraestructura -vías de comunicación, acceso a servicios, parques industriales-, así como de centros de capacitación para la fuerza laboral y, así, la población se beneficie con la llegada de nuevas oportunidades de empleo, coincidieron los analistas consultados.
Además del sector agrícola, en el sur-sureste se tiene que trabajar en materia de educación, conectividad, acceso a servicios y recursos y parques industriales para que se pueda desarrollar, tal como ocurrió en el norte mexicano, sostuvo Kandel.
Una de las fortalezas del sur, agregó el directivo de DiSí, es la cercanía que hay entre la Península de Yucatán y la costa Este de Estados Unidos. “Además es un punto de unión entre Centroamérica y toda la zona del Caribe”, destacó.
El gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, como parte de su estrategia para impulsar esta región, trabaja en el corredor Transístmico, el Tren Maya y en la construcción de parques industriales por la ruta.
De concretarse, adelanta Pamela Velazco del Tec de Monterrey, se podrá competir con el Canal de Panamá en el traslado de mercancías de un océano a otro. Sin embargo, Jorge Acosta, de Alterpraxis, señala que el Puerto de Salinas Cruz necesita una remodelación.
Esta región, además de la vocación turística, puede abrirse a sectores como la construcción y tecnología, como lo está haciendo Mérida, capital de Yucatán, destacó Enrique Galeana, CFO de Grupo Financiero Base.
Luis Hernández señala que en lo que respecta a vocaciones, los estados mejor preparados son Chihuahua, Baja California y las entidades que forman parte del Bajío. Sin embargo, hay carencias de energía y agua.
En general, México cuenta todavía con el bono demográfico, así como con mano de obra calificada y centros de capacitación para instituciones educativas; así como estar muy cerca de Estados Unidos y compartir husos horarios con Norteamérica.
Este último punto, puede sonar menor, pero resulta importante cuando empresas e inversionistas buscan surtir rápido sus demandas de insumos y productos intermedios para mantener siempre activas sus líneas de producción.
Gracias a estos factores la relocalización no ha sido una oportunidad perdida para México, pues el país aún luce atractivo para la llegada de nuevas empresas, industrias y capitales.