En un mensaje de 10 minutos, el más corto entre los participantes en el evento, el mandatario explicó que hay varios indicadores que muestran la buena salud de la economía nacional, como el crecimiento del PIB del año pasado, que fue de 3.1% y superó el observado en Estados Unidos y China.
Destacó que el resultado se dio sin la contratación de deuda pública, con mayor recaudación, sin aumentar los impuestos, con atracción de inversión extranjera y con un énfasis en atender causas sociales.
Ante el gremio financiero y los representantes de la banca, López Obrador presumió, además de las utilidades de la banca, otros nueve indicadores económicos que hacen ver a México en una posición sólida.
En primer lugar mencionó que hay 21.6 millones de personas trabajadores adscritos al seguro social, es decir, formales, que en promedio tienen un ingreso de 16,000 pesos mensuales, ambos datos históricos.
Resaltó la tasa de desempleo de 2.9% del año pasado, que es la más baja desde que se tiene registro.
Comentó que en lo que va de su administración, el salario mínimo se ha incrementado 90% en términos reales, lo que no sucedía en cuatro décadas.
El presidente dijo que están dispersando 600,000 millones de pesos en programas sociales, lo que ha beneficiado a 25 millones de los 35 millones de hogares en el país.
Resaltó la captación de remesas, que el año pasado fueron mayores a 58,000 millones de dólares y que prevén que en este 2023 superarán los 60,000 millones.
“Estos recursos llegan a 10 millones de familias, reactiva la economía desde abajo en todas las regiones del país”.
Anunció que este año van a destinar más de un billón de pesos para obras de infraestructura, un monto récord en inversión pública.
Apuntó que el peso es la moneda que más se ha apreciado con relación al dólar en el mundo, lo que no sucedía en cuando menos 50 años. “No ha habido devaluación, el peso se ha apreciado”.
Además de que Banco de México tiene reservas por más de 200 mil millones de dólares para hacer frente a cualquier contingencia.