Se trata del primer retrato desde 2019 de una economía china libre de las severas restricciones que le permitieron mantener el coronavirus bajo control, pero que golpeó a los negocios y las cadenas de suministros.
Los inversores estaban muy atentos a los datos del primer trimestre en busca de pistas sobre la fortaleza de la recuperación después de que Pekín levantara en diciembre las restricciones sobre el covid y suavizara una represión de tres años sobre las empresas tecnológicas y el sector inmobiliario.
"En términos netos, las cifras del primer trimestre de China han sido decentes, lo que les mantiene en la senda de su objetivo de crecimiento en torno al 5% este año", afirmó Matt Simpson, analista de mercados de City Index.
Hasta ahora, la recuperación china ha sido desigual: el consumo, los servicios y el gasto en infraestructuras han repuntado, pero la desaceleración de los precios y el aumento del ahorro bancario han sembrado dudas sobre la demanda.
El informe de la ONE señaló que en los primeros tres meses del año, China enfrentó un "entorno internacional grave y complejo, así como arduas tareas para promover las reformas, el desarrollo y asegurar la estabilidad en casa".
La política cero covid impuesta por Pekín -basada en estrictas cuarentenas y confinamientos, test masivos y restricciones de movimiento- perturbó la actividad económica hasta su desmantelamiento en diciembre.
Desde entonces, la población china ha vuelto a los restaurantes y volvió a viajar, dando un urgente estímulo al sector de servicios.
Teewe Mevissen, analista de Rabobank, señaló que "el consumo tuvo una recuperación en el primer trimestre en parte debido a la demanda acumulada, pero aún no alcanza los niveles anteriores a la pandemia".
"La caída de riqueza de los hogares debido a la crisis inmobiliaria y la pérdida de ingresos de los hogares durante la pandemia son factores por los cuales los consumidores no han gastado más", agregó.
A su vez Iris Pang, economista jefe para China en ING, señaló que la principal razón para el crecimiento mayor del esperado en el primer trimestre es la fuerte expansión de las ventas al detalle.
En 2022, el PIB de China creció solo 3%, uno de sus peores desempeños en décadas.
La segunda economía mundial también enfrenta otra serie de desafíos, como la elevada deuda en el sector inmobiliario, la caída de la confianza de los consumidores o la inflación y la amenaza de recesión a nivel mundial.
Con información de AFP y Reuters